quien espera copiosos y espléndidos frutos. El presagio vino a
confirmarse cuando orientadas sus aspiraciones hacia el brillante
Cuerpo de Abogados del Estado, ganó plaza con el nûmero 1 en
las rennidas oposiciones del anno 1926, a los dos anos justou de li¬
cenciarse en la Facultad de Derecho.
No tuvo tiempo ni ocasión de sentir las vacilaciones que suelen
torturar el espiritu de los principiantes en los primeros pason de su
ejercicio profesional. Su rumbo estaba de antemano escogido. Tres
viajes de estudio a Bélgica y una larga estancia en el célebre Ins¬
tituto de Sociologia que, como tantas otras empresas vinculudas a
su nombre, fundó el eminente quimico don Ernesto Solvay, fue¬
ron suficientes para poner en contacto al senor Larraz con los
maestros de Economia de aquella nación; para penetrar husta en
las mâs profundas raices de la vida económica del pueblo belga,
y para percibir cómo desde aquel primer empuje con que en busca
de la riqueza, los Paises Bajos arrancaron al mar, poniéndole fuer¬
tes diques, las playas que convirtieron en verdes florestas, hasta
los tiempos en que su agricultura fué la màs pròspera de luropa
y Bélgica merecia ser llamada por su industria la Inglaterra del
Continente, se operó todo un proceso secular, un desenvolvimiento
feliz de una politica constante que nuestro nuevo companero ucertò
a describir como nadie en su admirable obra La evolucion cconó¬
mica de Bélgica, publicada en 1930, o sea a los cuatro anos de ha¬
ber perdido de vista el programa de oposiciones à ingreso en el
Cuerpo de Abogados del Estado.
Ancho campo para ejercitar sus aptitudes extraordinurias de
publicista le ofreció el célebre diario El Debate. Alli perinaneció
desde el ano 1930 al 35 como redactor de la seccion éconûmica y
financiera, y tuvo la gloria de ser él solo quien compusiera la hoja
semanal, que todos esperábamos ansiosamente; porque era una es¬
pecie de cátedra de vulgarizacioón, donde las verdades mas ibstru¬
sas de la Economia encontraban aplicaciones interesantes y hasta
su expresión gráfica, para hacer tangibles doctrinas que sin ella
hubieran continuado cerradas con siete sellos para el comûn de
los lectores.
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Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte