CARLOS RUIZ DEL CASTILLO Y CATALAN DE OCON
La igualdad ante la ley, las invocadas exigencias
del jus communicationis son principios que muchos Es¬
tados desean purgar de todo elemento sectario, de toda
interpretación tendenciosa y de toda filiacion raciona¬
lista. Y cuando en tales situaciones politicas e histori¬
as se acoge el fervor religioso a la libertad y se opone
çon ella a la persecución, o al privilegio de instituciones
hostiles, cabe decir que la libertad moderna, que nacio
desmelenada y revolucionaria, se ha hecho conserva¬
dora.
IV
LIBERALISMO Y NACIONALIDAD
El principio liberal de nacionalidades y su dialéc¬
tica.—Si el principio organizador del liberalismo ha
sido, en lo social, la burguesia, en lo territorial lo ha
sido la nacionalidad. En ambos ha encontrado las
condiciones históricas de realización, con uno y otro
ha corregido la visión abstracta y formalista a que
la ideologia propendia.
Los grupos nacionales eran hechos históricos. El
liberalismo transformó el hecho en principio. He aqui
el principio de las nacionalidades, moderno y liberal.
El principio sirvió de motor de agrupación. Pero¬
operó generalmente en agrupaciones ya constituidas,
y en el surco de ellas arrojó la nueva semilla: la liber¬
tad individual.
En otros términos, la Nación fué la palestra elegi¬
da por el liberalismo para librar la batalla de la nue¬
va libertad. Individuo libre en la Nación libre, o sea,
la proyección de la idea de libertad hacia dentro y ha¬
Max-Planck-Institut für
mia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte