LO VIVO Y LO MUERTO EN LA IDEA LIBERAL
tualidades, y, reciprocamente, se conectan con la ne¬
cesidad y, al tomar contacto con ella, la transforman.
La interpretación es el fluido incesante de las su¬
gestiones. Si descompone los sistemas con el espiritu
critico que segrega, utiliza a fondo algunas de sus
partes. Mediante la interpretación, surge de las entra¬
nas del sistema, por via biológica, lo que aisladamente
considerado podria parecer que brotaba de principios
antipodas. Hay un desarrollo dialéctico que funde los
contrarios cuando se obstinan en desparejarse. Sólo
en el tiempo, en el desarrollo mismo, se resuelve esta
oposición originaria. Si se prefieren términos menos
filosóficos, diremos que el tiempo capta en los sistemas
el reflejo mas apropiado a la necesidad actual.
II
LIBERALISMO, DEMOCRACIA Y SOCIALISMO
Liberalismo, Orden social concreto. — Veamos la
obra de la interpretación. Sintonizó el liberalismo, en
sus origenes, dos órdenes de vida humana, el espiri¬
tual y el económico. Propugnó, para uno y para otro,
un principio negativo: el de no intervención. Exención
de trabas para el pensamiento y para la contratación.
Alianzas individuales en perpetua fluencia, frente a
toda organización corporativa. El libre juego indivi¬
dual reflejarä constantemente la armonia preestable¬
cida en el universo. Las partes del sistema se armoni¬
zan asi: individualismo religioso —ruina del Orden
eclesiástico y libre interpretación de la Escritura, con
la Reforma—; individualismo filosófico —el pensamien¬
Max-Planck-Institut für
les y Politicas
uropäische Rechtsgeschichte