CONTESTACION
que merezcamos, y si algo tenemos sin merecerlo
serà probablemente para nuestro mal.
La vida discurre entre impulsos y normas, cau¬
ces y fluencias, orden y libertad. Ambas cosas estàn
destinadas a compenetrarse en el punto de equili¬
brio justo de cada hora, no en una base inmutable y
permanente. Los extremistas de toda laya han des¬
acreditado y envilecido esta palabra. equilibrio, cre¬
yéndola reveladora de mezquindad de espiritu o de
cuqueria acomodaticia. Pero equilibrio es la vida, y
en el medio està la virtud. Las herejias son, por lo
general, quizá siempre, extremismos unilaterales. La
Iglesia nos libera de ellos siguiendo una via media
entre dos polarizaciones opuestas.
Uno de los más destacados discipulos de Hauriou,
M. Renard, siguiendo a su maestro, ha escrito estas
palabras sensatas:
Todo orden es equilibrio y todo
equilibrio implica dualidad o pluralidad de fuerzas
opuestas o combinadas. El equilibrio es la ley del
mundo constituido por la atracción de las masas. El
es la ley del orden moral, el cual implica la propor¬
ciòn en el desarrollo de las facultades del alma. Las
artes no son màs que armonia, es decir, equilibrio:
armonia de los sonidos, de los colores, de las lineas.
El orden social es también equilibrio: equilibrio de
la sociedad laica y de la sociedad religiosa, de la au¬
toridad civil y del poder militar... La unidad en la
pluralidad y la pluralidad en el equilibrio, no hay ley
mas univers
Ruiz del Castillo ve en el Estado el órgano por
excelencia equilibrante. El Poder, nos dice, por su
origen se vincula a la naturaleza de la sociedad, y
hay que renunciar, por lo mismo, a justificarlo en
115
Max-Planck-Institut für
as Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte