Bien quisiera, sennores, que las precedentes páginas que he dedi-
cado a esquematizar el desarrollo de la economia espannola en el
siglo XIX, excitaran las energias de algûn joven preparado Ileván¬
dolo, con ánimo, a escribir una historia completa de nuestra vida
económica durante la pasada centuria.
* * *
Ahora, sólo me resta, como es tradicional y como, de annadi¬
dura, me satisface grandemente, dar a nuestro nuevo compannero la
bienvenida en nombre de esta Corporación ya casi secular, puesto
que solo un anno le falta para cumplir su centenario. La Academia
viene nutriéndose de hombres que proceden del puro cultivo de la
ciencia y de hombres que han vivido los problemas reales de la
politica, de la Administración y de la sociedad. Esta doble fuente
de nuestra composición ha sido y es harto sabia. El sennor Lequerica
constituye un magnifico ejemplar del segundo tipo, y de su ingreso
en esta casa podemos todos felicitarnos. Aun es mas varia la proce¬
dencia regional de los hombres que componemos el Cuerpo. Aqui hay
varones de Castilla, de Aragón, de Catalunna, de Levante, de Andalucia,
de Asturias, de Galicia y de Vascongadas. En este sentido, bien puede
decirse que a la espannolidad oficial de la Academia se une una efec¬
tiva, fâctica espannolidad. El sennor Lequerica aumenta la representación
vascongada y este es otro motivo para que nos felicitemos, porque
en la inmensa variedad psicológica de las tierras espanolas, los vas¬
cos ostentan muchas cualidades de primer orden. Reciba, pues, nues¬
tro nuevo compannero el parabién de esta Corporación que, con la
mayor cordialidad, le expreso.
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Max-Planck-Institut für
Politicas
jeschic
europäische Rec