SENORES ACADÉMICOS:
Recibimos hoy a un ilustre catedrático de Economia. Con
ello continuamos la tradición corporativa que se interrumpió al
fallecer en 1927 don Adolfo Alvarez Buylla. Hasta 1918, tomó
parte en nuestros trabajos el senor Salvá. Hasta 1911, aquel otro
catedrâtico que por tantos anos adoctrinó en la Universidad
Central: Piernas Hurtado. Zumalacarregui viene a esta casa
con titulos sobrados. Si no nos constara ya que es él, de cuantos
espanoles viven, el más profundo conocedor de la economia
pura y de la econometria, seria suficiente para afirmarlo el ma¬
gistral discurso de recepción que acaba de presentar, y cuyos
principales pasajes habéis oido. Sinceramente me congratulo de
la incorporación de un economista-catedrático a nuestras ta¬
reas. Espero que a ella siga pronto otra. Y, por anadidura, en
campos ajenos a la docencia hemos buscado, recientemente.
hombres duchos en las mismas disciplinas. La Academia ex¬
presa, por tal aumento en el nûmero de sus economistas, un
animo, no destructor, por demás inconcebible, sino renovador
del antiguo depósito de las ciencias morales y politicas que, fun¬
dacionalmente, le fué confiado.
Es inexcusable en la tradición académica, por muchas ra¬
zones, que la contestación al recipiendario contenga una resena
bio-bibliográfica. Es variable, en la tradición académica, que,
cumplido el anterior requisito, la contestación oscile entre una
giosa del discurso de recepción o un comentario más amplio.
Examinados los cánones consuetudinarios, confieso que mi re¬
acción natural se ha manifestado por el comentario amplio. No
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Max-Planck-Institut für
Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte