El sexo masculino no se limita a ocupar una posición
superior al femenino. Conviértese, además, en el represen¬
tante de la humanidad en general, dictando normas por
igual aplicables a las manifestaciones de la masculinidad
y de la feminidad. En muchos casos explicase esto por la
posición de fuerza que el varon ocupa.
El proceso vital femenino tiene una significación tal
que en él la vida y la idea se confunden por modo muy
particular. Los anatómicos han comprobado que la mujer
permanece mas próxima al ninno que el hombre. Aun des¬
pués de haber llegado al cambio de su vida corporal la mu¬
jer se parece mas al ninno por las proporciones del esque¬
leto, por la distribución del tejido adiposo y muscular, por
la conformación de la laringe. La mujer es feminidad abso¬
luta, y lejos de recibir su esencia de su relación con el
hombre como suele creerse, la afirma independientemente
dé toda relación. Asi se explica que las mujeres, a pesar
de su absolutismo interior, tengan que abandonar al prin-
cipio masculino la tarea de fijar y determinar el mundo
objetivo supersexual, el mundo teorético y normativo que
se contrapone al yo.
La existencia femenina tiene otras bases, fluye por cau-
ces radicalmente distintos que el masculino. El papel pre¬
dominante del elemento masculino en la formación y di¬
rección de las actividades sociales y el deseo de obtener
una participación efectiva en esas actividades han determi¬
nado el error en el planteamiento de la cuestión del sexo,
en cuanto todo el movimiento feminista y sus secuelas han
tendido al objetivo de demostrar que la mujer, en la casi
totalidad de los casos, es apta para idénticos trabajos y
servicios que el hombre, olvidándose que la natural y dis¬
creta manera de enjuiciar el asunto habia de consistir en
el examen de las condiciones de la feminidad en si misma
y en la investigación de sus propias facultades y obliga¬
ciones y servicios dentro de un régimen de división orga-
nizada, y en tal caso, aun cuando resultase averiguada la
existencia en la mujer de posibilidades de ejecución aná¬
logas a las del hombre, no por ello, si su naturaleza le con¬
ducia a otros aspectos y actividades, podia resultar pro¬
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Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte