viendo a Espana, a Cánovas del Castillo, de quien hace encen¬
dida elogiosa mención, entre otras, de sus magnificas dotes, por
la de precursor de cuanto habia de suceder en Espana al re¬
lajarse paulatinamente los tensores de las fuerzas conserva¬
doras de la sociedad espanola; a Dato, «prócer figura preocu¬
pada siempre por adelantarse a la catástrofe con el manantial
profundo y reparador de su legislación protectora..., a quien
se debe uno de los principales pináculos alcanzados por el mo¬
vimiento social espannol».
De otras figuras sociales no se ocupa Aunós, pero ya es
bastante que no se deje influir por el inelegante ejemplo de
aquellos que creen que se hace Espana deshaciendo a Es¬
panna, y todos habréis podido apreciar con qué correcto respe¬
to y cortesia juzga sintéticamente el esfuerzo social anterior
al periodo que trata especialmente en el fondo de su discur¬
so; qué justicia rinde a figuras como las de los Padres Vi¬
cent y Gerard, que trataron de organizar en cristiano a las
masas obreras, aunque el resultado no correspondiera al buen
deseo, y cómo hasta discrepa de su venerado Jefe en lo que
fué meta y propósito de la Dictadura, que estima no debió
reducirse a regenerar y depurar, pues, segûn Aunós, «los fra¬
casados, los agotados, los incapaces no eran los hombres, sino
el sistema; no eran las figuras, que en más de una ocasión
habian demostrado su fe bonisima y su aliento sinceramen¬
te patriótico, sino un edificio desgastado, carcomido, inservi¬
ble, incapaz de albergar y dar calor a las exigencias apre¬
miantes de la nueva sociedad».
Tiene también razón Aunós cuando nos dice que su tra¬
bajo en el Ministerio fué «obstinado y tenaz; no conoció des
alientos ni vacilaciones... Nadie puede tacharnos de remisos
para la labor ni de mezquinos en la intención...»; la legisla¬
ción que se emprendió, «rudimentaria en muchos casos, no
adoleció de falta de empuje ni de propósito menguado». «Muy
al contrario, intervinimos—agrega—en su implantación con el
ánimo siempre tenso y con la seguridad dichosamente confir¬
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Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
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