es aquel, compuesto de los poderes de muchos hombres unidos por
consentimiento, de una persona natural o civil que tiene el uso de
todos esto poderes dependiente de su voluntad; tal es el poder de un
Estado". El poder es, pues, una potencia, algo con que el hombre
cuenta, algo que está en el haber del hombre entendido como una
sustancia individual. Cuando los poderes de varios hombres se unen
(tal es el caso de la constitución de un Estado, un Leviathán), el poder
resultante queda incorporado, sustancializado en el Estado. Se con¬
vierte en una cosa tenida, una sustancia poseida por el titular del
poder (compuesto) pasa a ser la potencia de una sustancia
poder. El
compuesta, dotada de razón y voluntad —la "public reason" o razón
que dispone de las potencias de las sustancias individuales
publica¬
para realizar el eu zén.
Esta idea cardinal fué la médula teórica y práctica del absolu
tismo. Las sustancias individuales se despojan de su poder para in¬
corporarlo en la razón publica. Asi dice, por ejemplo, Bossuet: "Cada
uno renuncia a su voluntad y la reune en la del Principe" (L. I. ca¬
pitulo III, párr. 3 y 5). Y en otro pasaje: "El magistrado soberano
tiene en sus manos todas las funciones de la razón" (I. III. 5). La
public reason" es una sustancia compuesta, dotada de razón y de
voluntad sustantiva por apropiación de las potencias de las sustancias
particulares.
La sustancialización del poder resulta también inevitable cuando
se ha empezado por sustancializar la convivencia. Seria muy dificil
escoger un ejemplo más representativo ni de mayor alcance práctico
que la famosa doctrina del "poder constituyente". El poder aparece
aqui como la potencia inexhaustible de una realidad sustancial ul
tima y perennemente creadora, la Nación. La Nación es pura y abso
luta espontaneidad 11; una fuerza, una voluntad sustantiva, "natu-
ral", perfectamente libre: "Como no existe —dice Sieyès— más que
en el orden natural, su voluntad no necesita sino los caracteres na¬
turales de una voluntad. Cualquiera que sea la manera como una
nación quiera, basta que quiera. Todas las formas son buenas y su
voluntad es siempre ley suprema." La Nación está ahi desde siempre,
es un prius, fuente perenne de poder, inconmensurable, inagotable,
omnipotente. El poder es la potencia natural que emana perenne
mente de ese manantial ultimo. Lo que pasa -a diferencia de lo
11 V. por ejemplo, Sieyès, en su Discurso del II Thermidor.
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Max-Planck-Institut fü
orales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte