rector del Instituto de Filosofia «Luis Vives», del Consejo
Superior de Investigaciones Cientificas. El Padre Barbado ha¬
bia enfocado la fuerza de su inteligencia a una zona importan¬
te y dificil del campo de la Filosofia : la Psicologia experi¬
mental. La ciencia que estudia esa charnela misteriosa por la
que el espiritu se une a la materia. Para sondear certeramente
tan hondo y radical arcano, bien pudiera requerirse el ser a la
vez un teólogo, un sabio y un santo. La firme teologia del
Padre Barbado es la de la pleclara, espanolisima Orden de
los hábitos blancos y negros, de medieval vislumbre. Su cien¬
cia, moderna y documentada, está ahi, en sus libros, en sus
trabajos, en su clntroducción a la Psicologia experimental»
publicado por el Instituto «Luis Vives», en sus publicaciones
en «La Revista de Filosofia», en la «Ciencia Tomista», en su
magna labor en el Colegio internacional Angelicum, de Roma,
en su libro «Propedeutica ad Psychologiam» alli publicado.
Teólogo y cientifico, pues, de primer orden, de la santidad de
su vida, cuantos le conocieron pueden testimoniar. Que en la
Gloria, que seguramente ha alcanzado, pida a Dios por que
el humilde titular, hoy, de la medalla que él estuvo a punto de
ostentar ayer, no desdore demasiado el recuerdo de su filoso¬
fia, de su ciencia y de su virtud.
Respetuos
Y, en fin, dos palabras del más respetuoso y sentido re¬
mención de
Cardenal Plä
cuerdo para el ultimo electo, que debia asimismo ostentar esta
y Danie
medalla nûmero 14, honra y cabeza de la Jerarquia eclesiás¬
tica de Espana, cuya salud, quebrantada por su ardiente celo
apostólico, alejó momentáneamente de esta Academia ; el ilus¬
tre purpurado Cardenal Pla y Daniel. Que Dios permita que,
segün senalan nuestros Estatutos, pueda pronto esta Academia
honrarse con su eminentisima presencia.
El Tema de
Una trágica leyenda histórica dió erigen al término «bi¬
esta solemni
dad receptiva.
zantinismos», con el que se designan aquellas estériles discu¬
Su división
siones—como la que se dice de los teólogos de Bizancio, que
disputaban sobre si en la Santisima Trinidad está el Hijo sen¬
tado o de pie a la diestra de Dios Padre, mientras el canón
turco retumbaba contra los muros de Constantinopla. Si elu¬
cubraciones estériles, en la inconsciencia de un gran peligro.
son, pues, «bizantinismos», asi creyera yo calificable, en estos
tiempos, cualquier disertación teórica o erudita, por alta y
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte