por el impacto (aumento de renta), que por dispersarse en el
tiempo, podemos denominar duraderos. Supongamos que la mo¬
dificación de la conducta, como consecuencia del subsidio co¬
brado, sea exclusivamente un aumento en la demanda de bienes
de consumo; entonces el efecto secundario será el resultado de
este aumento de la demanda.
Puede ocurrir que, a pesar de la mayor renta, la cantidad de
bienes que puedan adquirirse sea la misma que antes (debido a
un aumento de los precios); entonces los efectos secundarios
neutralizarán completamente el efecto impacto, porque produ
cirán una reacción contraria al impulso primario. A los efectos
de esta clase los denominaremos efectos secundarios contrarios
o más sencillamente, efectos contrarios. Claro está que el au-
mento de precios no compensaré en todos los casos exactamente
el aumento de renta, y que cuando los precios aumentan menos
que la renta, el resultado será que se podrán comprar más bie-
nes que antes de pagar el subsidio. En este caso, el efecto secun¬
dario sólo compensa, en parte, el efecto impacto, y tendremos
el efecto contrario parcial. Pero también puede ocurrir que la
élevación de los precios sea tal que, no obstante la mayor renta,
puedan comprarse menos bienes que antes, de modo que el efecto
secundario tiene por consecuencia empeorar la distribución, es
decir, el fin radicalmente contrario al perseguido con la medida.
Pueden denominarse estos efectos secundarios efectos contra¬
dictorios. En los tres casos considerados, como los efectos secun¬
darios han compensado, aunque en distinta medida, el efecto
primario o de impacto, parece lógico que los denominemos en
general efectos contrarios. Cuando el efecto secundario no mo-
difica para nada las consecuencias del efecto impacto, lo desig¬
naremos con el nombre de efecto neutral. En el caso del subsidio
tal efecto neutral se produciria si los precios se mantuvieran
constantes, a pesar del aumento de la demanda.
Finalmente, consideremos el caso de los efectos secundarios
cooperantes, que son los que actuan en el mismo sentido que el
efecto impacto, reforzando sus consecuencias. Contra lo que po-
dia, a primera vista, parecer, los efectos cooperantes pueden
darse con bastante frecuencia. Asi, por ejemplo, si con el fin de
reducir el paro el Estado realiza una serie de obras pûblicas, el
efecto impacto consistirá en la ocupación de un determinado
nûmero de parados; pero como consecuencia de este aumento de
Max-Planck-Institut für
Real Ac
Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte