(QUÉ ES LA REPRESIÖN?
ribles, siguiendo à PUGLIA (1), las espresiones dere¬
cho de reprimir à la de derecho de castigar, y me¬
didas represwas ó medios de represión à la palabra
pena (2).
Si antes de ahora he empleado indistintamente
cualquiera de estas alocuciones ha sido porque pienso
que, en el estado actual de la ciencia, no es prudente
(1) FERDINANDO PUGLIA, Studi critici di Diritto Criminali, 1885, pág. 197.
(2) La palabra pena envuelve efectivamente la idea de penitencia. El Diccio¬
nario de la Real Academia Espanola la esplica diciendo que es “ el mal que alguno
el castigo impuesto á alguno por algun delito ó
padece contra su voluntad",
dano que con malicia causó", y luego, para hacer más claro su concepto, le dá
las acepciones de las voces “dolor", “tormento", etc. Este sentido de la palabra
pena, se robustece por su origen etimolégico.
VARRóN, à quien SAN AGUSTIN Ilamaba el más docto de los Romanos, hace derivar
la palabra latina pena, origen de la castellana, del sustantivo pondus y aunque
QUINTILIANO reprocha esa afirmación, no deja ella de encerrar cierta ensenanza.
Las ideas de dolor, de sufrimiento y de peso están vinculadas estrechamente. Los
efectos fisicos del dolor moral, como del remordimiento son en realidad una
opresión, y por eso decia VARRóN refiriéndose al autor de un delito : “Este dolor,
este remordimiento, este crimen le pesan, le sofocan; esa mala acción carga su
conciencia, es un peso sobre su conciencia.“’ Todos conocen la vieja alegoria en
que se representa al Juez criminal con una balanza en la mano para deliberar.
En uno de los platillos, que es el de la acusación, el Juez coloca los cargos ; en el
otro, los elementos de justificación. La caida de uno de los platillos, determina el
juicio, la decisión. Si es el platillo de la acusación el que baja, el Juez pone en el
otro, para equilibrarle, un peso que es la pena: pondus. (PiÉRRE LARROUSE, Diction-
naire du XIXme siècle, verbo Peine; ADAN QUIROGA, Delito y pena, pág. 230; M.
ORTOLAN, Eléments de Droit Pénal, pág. 592).
LITTRÉ, buscando la filiación de la palabra latina pena, encuentra que procede
de la griega poine, la cual no significa otra cosa que compensación por ofensa, y
en virtud de una asociación de ideas bién lógica, porlo demás, poneria, entre
los griegos, espresaba à la vez el sufrimiento, la miseria, la maldad y la bajeza,y
poneros era al mismo tiempo el desgraciado y el criminal. (M. N. BOUILLET, Dic-
tionnaire des sciences, des lettres et des arts, verbo Peine).
LOMBROSO, remontándose más todavia, halla en la voz sanscrita Koena la ante-
cedente de poine, de Ki, multar, contar. La homosonia notada la muestra el
idioma alemán en skel, matar, y, en skal, ser deudor; como también la vieja
palabra rusa vina, quiere decir pena y deuda.
Sea de todo esto lo que fuere, lo cierto es que la idea de pena es anexa á la
idea de dolor y que, por consiguiente, no debe tener aplicación en un sistema que
rechaza abiertamente todo castigo por el castigo en si.