— 191
reconocido la competencia de los tribunales ordinarios para
el juicio de los delitos de desacato (1)
En 1864 el Coronel Calvete amenazó é insultó á un
miembro del Senado y este cuerpo despues de tres sesio¬
nes de prolongada discusion resolvió mandarlo acusar por
desacato ante los Tribunales Nacionales. Nuestros prin¬
cipales hombres pûblicos tomaron parte en el debate; pero
ninguno sostuvo que la Cámara tenia tales privilegios, ni
que debiese ella misma castigar el desacato cometido.
La controversia se originaba acerca de la competencia
de los tribunales Federales para el juicio de esos hechos,
habiéndose cometido el delito por medio de la prensa, pues
opinaban algunos de sus miembros, que correspondia al
jurado.
323—Posteriormente ocurrió tambien un caso análogo
entre el redactor de un diario de esta ciudad y un miem-
bro de la Cámara de Diputados; y esta no vaciló en librar
su decision á los tribunales ordinarios.
324—Resulta, pues, que ni nuestras leyes, ni nuestra
práctica, ni la legislacion de los Estados-Unidos, espuesta
por sus mas hábiles é ilustrados publicistas, favorecen la
opinion de la mayoria de la Corte Nacional, ni la legisla¬
cion inglesa puede sernos aplicable.
325—Si no hubiese conseguido hacer resaltar suficien-
temente las funestas consecuencias de tal doctrina, hechos
subsiguientes han venido á confirmarlas.
En el mes de Setiembre de este ano se atacaba la dig-
nidad y consideracion de las Cámaras de esta provincia
pormedio de un impreso publicado en el pueblo de Chi¬
vilcoy á la vez que se censuraban por periodistas de esta
1—Citados en el notable fallo del Dr. Laspiur en este caso.