161
Elincremento de las villas de Arras y Tournay dan
envidia à Flandes y Brabante devastadas por los Norman-
dos. Los adelantos industriales de estas pequenas naciones
se unen à la fiereza de sus habitantes que rechazan por va-
rias veces las intervenciones de la Francia. Continuan con
su comercio, y leyes libres, abriendo canales, dando jus¬
ticia, elevando sus ciudades hasta hacerlas entrar en re¬
lacion con imperios y reinos, y extender su industria y co¬
mercio por todo el mundo. En vano los nobles las aban¬
donan à las solas fuerzas de los labradores, de los plebe¬
yos que oponen essuerzos sobrehumanos à las invasiones
extranjeras, buscandoen los campos de batalla las pro¬
piédades que se les quieren arrebatar. Al caer en ma¬
nos de los espanoles, sufriendo cruentos suplicios, muestran
al mundo y dan un ejemplo sublime de como se debe
defender la libertad y la propiedad.
Cuântos ejemplos de heroismo! Cuántas ideas her¬
mosas evoca esta epopeya de un pueblo pequeno en nû¬
mero y grande en sus ideales, que como la Suiza à través
de guerras cruentas, eleva sus comunas y sus leyes libér¬
rimas que respetan el derecho de propiedad, formadas por
aquel pobre consejo de tres ciudadanos!
El movimiento maritimo abre nuevas vias al desen¬
volvimiento de las pequenas republicas, que como la
Holanda, libre de los piratas que recorrian sus costas,
con las gildas y asociaciones de artesanos y magistrados
populares va à buscar al exterior, en tierras desconoci¬
das, el poder, la brillantez y la vida de Venecia, Floren¬
cia y Génova.
En el estudio de esta materia vamos siguiendo nacion
por nacion, y senalando en ellas las principales dise¬
rencias y rasgos que las distinguen. Aunque el movi¬