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que quedaban equiparados à los Coredores de Co
mercio.
La promulgacion de la ley de Noviembre de 1885
obedecio à impresiones del momento.
Las lquidaciones de los meses de Junio y lulio
del mismo alo hablan sido tan desastrosas en la
Bosa de esta ciudad, que el Cobierno y la poblacion
se conmovieron ante la magnitud y las consecuen.
cias de Krach. Las acjones del Banco Constructor
de La Plata, que gracias à los estuerzos deuna es
peculacion poderosa y audaz hablan legado à coti
zarse à cerca de 250 por ciento de su valor nomipal
absorbiendo de este modo grandes captales atraldos
à elas por los fuertes intereses en los pases, em
peraron à declinar de subito de sus eéevados pre
cos; los capiales colocados sobre estos titulos em
pearon à retraerse ante la perspectiva de una baia
mminente, la especulacion à la baia, aprovcchande
el vacio produeido por el retiro de los captales
desconcerté con sus ventas por millres de aciones
à los menos pesimistas y la ofcina de liquidacion
de la Bolsa quedd, el 30 de Junio, con un enorme
sobrante de acciones de dicho Banco, que, no pu¬
diendo ser retiradas por los compradores por falta
de fondos, debiéeron ser vendidas, como lo disponda
el Reglamento de la Bosa, en publca subasta en
medo de uno de los pänicos mas teribles de que
maya memoria en la historia de este Establecimiento.
Las aciones bajaron casi diento cincuenta pun¬
tos, lo que, sobre un capital de veinte milones, re
presentados por doscientas mil aciones, representaba
una disminucion de treinta milloes de pesos prori¬
mamente en el valor de las aciones del lanco¬