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El plazo es en general de un ano y el interés del 6 al
%, siendo de advertir que puede prorogarse el plazo
slompre que los fondos hayan sido utilmente empleados.
Lista feliz combinacion que se debe à los talentos de
Luzzatti y de Vigano ha resuelto, aunque en pequefia esca¬
lu, uno de los problemas mas dificiles de las instituciones
de crédito, y ha hecho patente la elasticidad del principio
cooperativo, que no solo se presta al crédito comercial é
industrial sino tambien al agricola.
lodo el sistema reposa sobre la habilidad en escalonar
los vencimientos de los préstamos à plazos reducidos, y
combinarlos con los à largos plazos.
Aunque en otra forma, M. Raffeisen habia ensavado
con éxito desde el afio 1848 la formacion de pequefios
bancos, formados por agricultores, con el propôsito de fa¬
cilitarles los fondos necesarios para su cultivo. Su organi¬
zacion es idéntiça à la popularizada por Schulze, siendo
de notar que Raffeisen inicio su propaganda mucho an¬
tes que aquel, alcanzando éxitos notables.
ln 1882 los bancos Raffeisen tenian 100.000,000 de
marcos en depósito.
«Lo que place, dice Leon Say, en los bancos agrarios ita¬
nanos es que hacen el crédito personal. El crédito sobre
pronda no ha sido siempre sino la infancia del crédito. El
crodito publico no existia cuando los reyes tomaban pres¬
indo sobre sus reliquias. No ha sido, en verdad, fundado
sio ol dia en que el Estado ha podido encontrar capitales
sobro la confianza que inspiraba. El crédito comercial ha
pisado por las misma fases, y el crédito agricola esta
nun en la infancia porque no es personal».
lestas palabras son igualmente aplicables à los bancos
Raffeison.
Lo que homos dicho sobre la administracion de las so¬
canados do consumo puede tambien aplicarse à la de los
bancos popularos, bien entendido que una de las primeras
loglas do buena administracion debe ser la estricta eco¬
nomla en los gastos.