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l'ales el cuadro trazado à grandes rasgos, que ofrece
la historia de la cooperacion en Francia. Desde sus co¬
mienzos se nota una mala tendencia de los espiritus que
explica el poco éxito de la institucion, y que demuestra
una verdad de experiencia que no nos cansaremos de re¬
cordar à los que en nuestro pais se interesen por la suerte
de las clases desheredadas. Nos referimos à la necesidad
de empezar por la sociedad de consumo, cuya präctica es
mas sencilla y cuyos resultados son mas seguros.
El recuerdo de los cooperadores ingleses debe mante¬
nerse vivo, y su experiencia merece ser consultada siem¬
pre que se trate de ensayar instituciones de este gé¬
nero (1).
1
Agregaremos algunas palabras sobre el desarrollo de la
cooperacion en Alemania para completar estas generali
dades, y entrar à tratar el tema que nos hemos propuesto.
A diferencia de lo que sucedio en Inglaterra y en Fran¬
cla, la cooperacion en Alemania se incliné desde el princi
plo con una marcada tendencia hâcia las instituciones de
crodito. Las otras formas de asociacion se han considera
do siempre en aquel pafs como cosa secundaria.
Esto nos demuestra una vez mas que la cooperacion es¬
ta lejos de ser general, y que, por el contrario, debe estu¬
diarse en cada pals, con el criterio de sus necesidades
y de su situacion.
1
ril fundador del primer banco popular aleman fué M.
Schulze, on la pequefia ciudad de Delitzsch.
fra Schulze un hombre preparado para la propaganda:
qua A aus grandes talentos reunta una fuerza de voluntad
a toila pruoba, y la energla propia de un apöstol.
lemamandamos d los que dessen conocer à fondo el estado de la co¬
tlon ein Lurepa, la lnorsante obra de Hubert-Valerous. Les asgcie¬
sinns evoperativer en Prance it d Fetranger.