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No nos seria muy 
dificil demostrar que todas ellas, 
à pesar de su diverso carácter, se resuelven siempre en 
una asociacion comercial. No lo hacemos para no exten¬ 
dernos demasiado, y concretándonos á las constituidas 
con arreglo à los principios desenvueltos en el capitulo II. 
sostenemos que son y no pueden dejar de ser socie¬ 
dades comerciales. 
Basta leer loque hemos dicho sobre la manera como 
funcionan para convencerse de ello, tanto mas, cuanto 
que, las operaciones no se reducen à la simple adquisi¬ 
cion ò edificacion de inmuebles, sinô á otro género de 
actos, como las operaciones de crédito. 
Por lo demás, entra entre los propósitos de las building 
societies la realizacion de un lucro, cual es el que provie- 
ne de los aumentos de precio con que se enagenan los 
inmuebles adquiridos, el interés del dinero empleado por 
todo el tiempo que medie hasta su total reembolso, etc. 
Fuera de esto, nada impide que la sociedad extienda 
sus operaciones, y construya casas para terceros que 
no sean socios, realizando las ganancias que correspon- 
den al empresario de obra en las transacciones ordinarias. 
Sin embargo, no se nos oculta la dificultad prove¬ 
niente de la ley argentina que exige que los actos de co¬ 
mercio deban tener por objeto una cosa mueble. Pero. 
en las sociedades de construccion prepondera un espiritu 
incompatible con las reglas estrictas de la ley civil, y en 
todo caso, se trata precisamente de asociaciones que han 
hecho necesaria la revision de esta parte del derecho co- 
mun, à fin de ponerlo en armonta con las necesidades de 
los tiempos. 
Hablamos de la manera de reformar la ley argentinay 
no de la exposicion de sus doctrinas. Para nosotros la ne¬ 
gociabilidad de los inmuebles por la via comercial es un 
hecho que depende del tiempo y del progreso de las 
ideas. 
Nô, la sociedad cooperativa si ha de gozar de los be¬ 
neficios de la loy, si ha de sor materia de la logislacion