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Los que emprenden la fabricacion tienen el propösito
déterminado de realizar una ganancia, aprovechando las
ventajas que recoje el capitalista en màs grande escala.
y desde ese momento es claro que la calificacion legal
de los actos que ejecutan no puede ser otra que la que
merecen los de aquellos.
No se concibe una sociedad de produccion que funcio¬
ne en otras condiciones, y francamente, es necesario ol
vidar la verdadera naturaleza de los actos de comercio.
para sostener que las sociedades cooperativas pueden
toner otro carácter.
En el mecanismo de una sociedad de produccion se
descubren fäcilmente dos operaciones diferentes, aunque
consecuencia la una de la otra: la compra de materias
primas y su venta, despues de hacerlas sufrir una modi¬
ficacion que aumenta su valor.—Ambos son actos de co¬
mercio, no importando en manera alguna, que las mismas
asociaciones desempefien las funciones de empresarios y
trabajadores, porque esta circunstancia existe, bajo otra
forma y con otro nombre, en todas las empresas fabri¬
los, respecto de las cuales nadie tiene duda sobre la na¬
furaleza de sus operaciones.
.
Ein la sociedad de construccion de casas, (building socie¬
lies), el objeto comercial aparece menos claro, no porque
no soa evidente, sino porque es facil confundir la verda¬
dora sociedad cooperativa, con las que tienen un propösito
do bonoficencia y se organizan segun el tipo de las de
Mulhouse, de que ya nos ocupamos.
No nos cansaremos de repetir, para confirmar nuestra
opilon y alejar la duda, que las building societies son com¬
plotamonte diversas, por sus procedimientos, por su
canstitucion y por sus propösitos, de las instituciones de
pntronato, y aunque en grado inferior, de las inmobilia¬
rins pormanontes, sogun la clasificacion del General Re¬
jitrar do Inglatorra, que en su lugar recordamos,