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recomendacion que su audacia y cinismo, cegados por el
norte ficticio de una fortuna rápida: cuando no tienen de
efectivas tales operaciones sino los males que producen,
no versando sobre valores efectivos, sinó sobre el alza ó
baja de los précios ó la diferencia de los cámbios, es decir
cuando son imaginarios y fingidos : cuando el comprador
no tiene la intencion de percibir los efectos comprados, ni
el vendedor la de entregar los vendidos, emprendiendo de
comun acuerdo un juego escandaloso, para cuyo fin son
licitos cualquier clase de medios,—en una palabra cuando
tales especulaciones, en vez de ser hechas por comercian¬
tes honrados, lo son por miserables poco menos que limos-
neros, ávidos de emociones y fortuna, aunque sea á costa
de todo principio moral y religioso. En estos casos las
Bolsas de Comercio, se transforman en colosales tapetes
verdes, á cuyo alrededor se siente el hálito frio del vicio.
145.—Quando desgraciadamente en tales centros comer-
ciales Ilegan á desarrollarse estos desórdenes al punto que
he indicado, entonces desaparecen avergonzados los comer-
ciantes honrados, dejando la plaza á aquellas personas sin
pudor, que teniendo poco ó nada que perder se entregan
al azar con todas sus emociones, sus variaciones de feroz
alegria y de rabia y desesperacion: se abstienen de cir-
cular los valores efectivos temerosos de ser envueltos en
la atmósfera pesada que los rodea : desaparecen los des¬
graciados que fian sus patrimonios ganados con economia
y labor quizá, á manos de esa turba que menoscaba el
crédito y vilipendia toda clase de transaccion honesta.
146.—Y no se crea que hay exageracion en los efectos
que tales manejos producen en el órden económico y finan¬
ciero del pais. En efecto : las ventas simuladas de efec¬
tos pûblicos: las operaciones sobre valores que no se poseén