TY - BOOK SP - 38 PP - Madrid LA - spa TI - Tésis: Demostración de que en la religión católica el criterio de la verdad, en los misterios de la fe y en las costumbres, no es la razón natural, sino la autoridad de la Iglesia docente PY - 1875 AB - El tema apologético o de defensa de la religión fue tónica general de la Real Academia de Ciencias morales y políticas, incluso en pleno período revolucionario, como es el caso de este discurso. En efecto, Juan Antonio Andonaegui, sucesor del primer Marqués de Pidal, trata de demostrar en su discurso de ingreso, frente a todo racionalismo, que el criterio de la fe y la moral católicas es la autoridad de la Iglesia docente. Con ello, no hace sino seguir lo proclamado por los pontífices en sus tan contestadas encíclicas condenatorias de los errores modernos -así, la Mirari Vos, 1832, de Gregorio XVI, y el Syllabus y la Quanta Cura, 1864, de Pío IX-. En una breve introducción, tras señalar que a cada clase de objetos del conocimiento corresponde un criterio de certeza diferente y anunciar que el se va a centrar en materias de orden religioso, apunta dos hechos que considera incuestionables: la caída del primer hombre y la transmisión del pecado original de generación en generación, ambos objeto de la religión revelada y divina. Se trata, como se propone mostrar a continuación, de dos verdades de fe atestiguadas por las Sagradas Escrituras, por la doctrina católica, por la historia de los pueblos antiguos y por las opiniones de muy importantes filósofos. Comienza explicando la aparición de las distintas religiones, a partir de la adulteración de la religión divina revelada en los orígenes. Si la religión primitiva, en lo que se refiere a las nociones fundamentales para alcanzar el destino, se conservó intacta durante largo tiempo, diversos factores contribuyeron a que se viera debilitada en los dogmas y en el culto, debido a la ignorancia y la superstición. Así fue la imaginación humana formando los diversos sistemas religiosos. Se refiere enseguida a las filosofías de la religión del siglo XIX, y critica el panteísmo que, en su identificación del mundo con Dios, pierde a éste. Acude, entonces, al testimonio de los filósofos que a lo largo de la historia han desacreditado la religión de su pueblo por supersticiosa, sin ser capaces, sin embargo, de ofrecer un sustituto válido. Por eso afirma que la filosofía es absolutamente insuficiente en materia de creencias religiosas, que la razón por sí misma es incapaz de comprender y aclarar los misterios últimos de la vida y el universo, y que, por eso mismo, ha de reconocer la necesidad de una revelación.El paso siguiente consiste en afirmar que la respuesta histórica a esa necesidad de redención es Jesucristo, que ha elegido un método determinado para comunicar las verdades sobrenaturales a los hombres: ni la inspiración particular, ni el libre examen, sino la autoridad de la Iglesia docente, que a través de sus enseñanzas y la tradición tiene la misión de conservar la fe del pueblo católico. En lo relativo a los dogmas y a la moral, la Iglesia es infalible. El argumento más fuerte en contra de su tesis es el que afirma la suficiencia de la razón -que la fe degradaría-, que basta con seguir la ley natural. Frente a él, el nuevo académico sostiene que hay misterios inaccesibles para la razón y que ésta, por fidelidad a su misma naturaleza, llama a creer. Apoyándose en la autoridad de Santo Tomás, en fin, asevera que la fe de ningún modo excluye la razón, sino que la supone, y que su oscuridad proviene del objeto, que es misterioso y la razón no puede evidenciar, no del motivo para creer, pues la razón misma convence al hombre de la necesidad de creer en las verdades reveladas por ser necesarias para alcanzar su fin. En su escueta contestación, el jurista y destacado canonista Juan Martín Carramolino no hace sino adherirse a la tesis y a los argumentos de Andonaegui, apoyándose paradójicamente en la autoridad de un epicúreo y de un heterodoxo, segun dice, en Horacio y Leibnitz. AU - Andonaegui Aguirre, Juan Antonio AU - Martín Carramolino, Juan AU - Andonaegui Aguirre, Juan Antonio CN - mpirg_escidoc_102547 ER -