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Metadata: León y Castillo, Fernando de: Tesis: Irresponsabilidad del poder real y responsabilidad de los ministros en los países de representación falseada
Monograph
- Title:
- Tesis: Irresponsabilidad del poder real y responsabilidad de los ministros en los países de representación falseada
- Subtitle:
- Discursos de recepción del ... Fernando de León y Castillo, y de contestación del ... Marqués de la Vega de Armijo, leídos en la junta pública de 26 de enero de 1896 ; 26.01.1896
- Responsible:
- Real Academia de Ciencias Morales y Políticas
- Place of publication:
- Madrid
- Publication year:
- 1908
- Scope:
- S. [159] - 198
- Resource:
- Discursos de recepción y de contestación leidos ante la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas ; 7
- Keyword:
- |monarquía constitucional / sufragio / representación nacional / referéndum
- Language:
- Spanish; Castilian
- Free text:
- Partiendo de la base de que la monarquía constitucional es el sistema de gobierno más perfecto para los pueblos, el tema del discurso se centra en el papel que la institución monárquica ha de desempeñar en dichos regímenes. El monarca es el símbolo que personifica el Estado, de forma que a través suyo, la soberanía nacional se hace inteligible, y la monarquía, tradicionalmente asentada en muchos países, se coloca así como una pieza más del mosaico constitucional. Comienza el autor hablando de dos cosas importantes que deben darse en las monarquías constitucionales, por un lado la irresponsabilidad del poder real y por otro la responsabilidad de los ministros. La irresponsabilidad no significa que al rey haya que eximirlo de toda decisión errónea sino que tiene que servir para garantizar las limitaciones de su poder, evitando así el ejercicio abusivo del poder personal. El complemento es la responsabilidad ministerial de tal forma que las dos coexistan creando el equilibrio. Cuando en un régimen monárquico constitucional la responsabilidad ministerial no existe, ésta pasa directamente al Rey, siendo así el único que tiene obligaciones legales. El absolutismo ministerial, como lo llama el señor León Castillo se da en los gobiernos en los que debido al fraude electoral y al mal uso del ejercicio del voto (compra de votos, caciquismo, baja participación en el sufragio), se genera una representación nacional falseada. El Parlamento entonces no representa a las distintas esferas de la opinión pública y los ministros imponen sus decisiones personales. Esta es una de las principales causas de la crisis del régimen parlamentario que se extiende por la mayoría de los países europeos. Cuando esto pasa, una de las bases de la democracia sobre la que se basa el régimen parlamentario, y que es la división e independencia de los poderes del estado, se rompe, ya que pierde su eficacia el poder legislativo. El remedio en estos casos la vigilancia e intervención del rey en nombre de la opinión pública, como representante de la misma. Contrario a las tesis de algunos que hicieron popular el pensamiento de que el Rey reina y no gobierna, insiste el académico, siguiendo a autores como Bluntschli, Minghueti Gumersindo Azcárate o Sánchez de Toca, en la necesidad del ejercicio de la autoridad real, otorgada por la constitución, y que se traslada a las propias leyes, ya que el monarca las sanciona, ejercicio que no tiene porqué repercutir en un aumento de su poder personal. Sigue el discurso ocupándose de las funciones que los monarcas tienen en las monarquías constitucionales. Sin pasar por alto la función simbólica que como representante de estado ejerce el rey, manifiesta en su comportamiento e imagen que deberá estar fuera de toda duda, la tarea del poder real pasa por inspeccionar a los ministros, hacer cumplir las leyes, preocuparse por los intereses de la nación y ejercer de mediador entre partidos y sociedad sin no ser mero instrumento a través del cual actúen aquéllos. En definitiva su principal tarea es la de comunicarse con la opinión pública e intentar canalizarla a través de los parlamentos elegidos libremente. Esto le lleva finalmente a explicar el papel que los monarcas constitucionales deben ejercer en las elecciones, siendo éste, no la dirección, sino la alta inspección del proceso electoral, para que se lleve a cabo libre, sincera y legalmente, y en caso contrario ejercer su autoridad y a veces incluso imponerla para corregir los errores. Para no ser tachado de absolutista en este tema recurre a Spencer, que opina que el liberalismo moderno debe poner un límite al absolutismo de los ministros, aunque sin desposeerlos de sus funciones públicas, ya que en los países donde la libertad electoral no existe, el resto de las libertades son un peligro para los monarcas. La contestación hace un repaso a los defectos del gobierno constitucional y algunas soluciones que se adoptaron en su momento para el problema de la representación falseada, ya que igualmente insiste en el falseamiento del voto como causa de la pérdida de responsabilidad ministerial, apuntando como culpables tanto a los partidos políticos como a los gobiernos. Apunta la necesidad de una institución correctiva como el referendum, que someta al voto popular ciertas leyes y de esta manera se exprese la verdadera opinión pública, instrumento del cual puede valerse el monarca para actuar en momentos de crisis.
- Shelfmark:
- 3 in: Sp 4 k 102 Q [7]
- Catalog ID:
- 293522
Other
- Title:
- Discurso
Other
- Title:
- Falsificación electoral