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Metadata: Palacios Morini, Leopoldo: ¬Los mandatos internacionales de la Sociedad de Naciones
Monograph
- Title:
- ¬Los mandatos internacionales de la Sociedad de Naciones
- Subtitle:
- Discursos leídos ante la Real Academica de Ciencias Morales y Políticas en la recepción pública de ... Leopoldo Palacios Morini el día 16 de octubre de 1927. Discurso de recepcón de Adolfo G. Posada
- Place of publication:
- Madrid
- Publication year:
- 1927
- Scope:
- VIII, 313 S.
- Keyword:
- |derecho internacional / derecho de gentes / coacción jurídica / relaciones internacionales / colonialismo / expansionismo / política mundial / nacionalismo / militarismo / imperialismo / pacifismo / socialismo / internacionalismo / soberanía
- Language:
- Spanish; Castilian
- Free text:
- Después de la primera guerra mundial, y para decidir el destino de las posesiones coloniales alemanas y los territorios no turcos del Imperio Otomano, perdidos en la misma, la Sociedad de Naciones, organismo creado para regular las relaciones internacionales a través del derecho internacional, puso en marcha la llamada política de mandatos internacionales, a través de la cual dichos territorios se asignaban a los países vencedores en la guerra, Gran Bretaña, Bélgica, Francia y Japón para ser tutelados por ellos a nombre de la Sociedad de Naciones. Con el presente discurso, el autor, en calidad de miembro de la Comisión Permanente de la Sociedad de Naciones, órgano ante el cual informan los mandatarios sobre el desarrollo práctico de la política de mandatos, y a través de un análisis exhaustivo de la política internacional, se ocupa de definir la esencia y forma de dicha institución. Varios son los temas que desarrolla el señor Palacios en su discurso, como antecedentes toca la política colonial, la gran guerra y la creación de la Sociedad de Naciones, para exponer después el tema de la naturaleza de los mandatos y de la Comisión Permanente. Define el colonialismo como un fenómeno universal de todos los pueblos a lo largo de la historia, ejercido mediante el uso de la fuerza bélica. Con el liberalismo y la política mundial de librecambio surge una nueva fuerza colonizadora, la economía. El colonialismo moderno entonces, ayudado por los avances técnicos y las consiguientes facilidades para la comunicación ultramarina tiene dos motores, la guerra y la economía, y para ilustrarnos en este tema expone el caso del colonialismo alemán a partir del II Imperio en 1870. El autor señala esta política colonialista moderna como una de las causas que propiciaron el comienzo de la guerra mundial. El clima era propicio para el desarrollo de un sentimiento fuerte del poder nacional, asistido por la política imperante. Así imperialismo, nacionalismo y militarismo, junto con las potentes armas existentes favorecieron el desastre de la primera guerra mundial. Una vez acabada la guerra, y a partir de algunos proyectos y movimientos previos a favor de la unión internacional, con la ayuda del impulso de los movimientos pacifistas socialistas y anarquistas, visibles ya durante la contienda, y por iniciativa del presidente de los Estados Unidos Thomas Woodrow Wilson, se crea la Sociedad de Naciones en torno a la idea del derecho de gentes, liga internacional de estados asociados libre y voluntariamente, poseedores de igualdad jurídica y cuyo objeto era terminar con las guerras. Muchos fueron los temas que en torno a la paz, trató de resolver la Sociedad de Naciones, y entre ellos estuvo la cuestión colonial. Así, después de muchas propuestas y discusiones, entre las que se consideró incluso la posibilidad de que la propia Alemania fuese una nación mandataria, surge la institución de los mandatos internacionales de la Sociedad de Naciones, que pretendía elevar hasta la categoría de estados de derecho aquellos pueblos que habían sido explotados por los estados colonizadores perdedores de la guerra y que eran incapaces aún de gobernarse por sí mismos. Los países encargados de esta tarea eran llamados mandatarios y gobernaban en nombre de la Sociedad. Lejos de significar enriquecimiento o aumento del territorio, el mandato comportaba cargas tutelares. Los mandatos que tenían su efecto sobre las antiguas posesiones del antiguo imperio otomano se llamaron mandatos orientales y los que afectaban a las antiguas colonias alemanas fueron los mandatos coloniales. Sobre esta base se hicieron más clasificaciones y se llamaron A los orientales y B y C los coloniales, diferenciándose éstos últimos sólo en la forma de gobernar, más en interés de los habitantes indígenas los B y como parte del territorio del pais mandatario los C. Se estableció entonces un órgano consultivo para el control de dicha institución, que fue la Comisión Permanente, ante el cual los países mandatarios debían envíar la documentación relativa a los países tutelados, para someterla a examen y aplicar las políticas necesarias en cada caso buscando quizá un criterio ordenador que pueda convertirse en sistema, y ante el cual también los países tutelados, por inciativa propia, pueden presentar peticiones concernientes a su administración. La contestación del señor Posada señala la importante labor de la Comisión Permanente de Mandatos para aunar tantos intereses diversos en pro de la paz internacional.
- Shelfmark:
- Sp 4 k 123
- Catalog ID:
- 282880
Other
- Title:
- Discurso
Other
- Title:
- Funciones de la Comisión Permanente
