DEL SR. D. LOPE GISBERT.
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vas de la marcha de los demas elementos; y entónces la
sucesion de los hechos apareceria ya sujeta á un órden
que tendria más aproximacion al verdadero que el suge¬
rido por otra cualquiera hipótesis.
A este fin procuraremos enumerar lo más exactamente
que nos sea posible todos los elementos que como esen¬
cialmente influyentes en la marcha de la humanidad
discuten graves autores, y hallaremos, de una parte, las
leyes psicológicas con sujecion à las cuales se desarrolla
el hombre como individuo, y las primitivas de la asocia¬
cion, que le llevan á constituir familia y á formar pue-
blos. De otro lado, los agentes fisicos del mundo exterior
y corpôreo, que influyen por medio del clima, del suelo¬
del alimento, y aun del aspecto general de la region del
globo à que nos refiramos. De otro, tendremos las ideas
morales, que obran sobre la voluntad; las puramente
cientificas, que enriquecen el entendimiento; las más es¬
pecialmente literarias, que estimulan y adornan la fan-
tasia, y las religiosas, que son el complemento de las
morales. Y tendremos, por ûltimo, la accion de los go¬
biernos y la de aquellos hombres extraordinarios que,
como astros luminosos ó como terribles cometas, aparecen
de tiempo en tiempo sin turno ni lugar fijo.
Que todos estos elementos influyen en la marcha del
género humano, parécenos fuera de discusion posible; lo
que pretendemos investigar es cuál de ellos influye más
que todos los otros, en términos que estudiado él solo
podamos tener seguridad de que el resultado de su estu¬
dio equivale al del estudio complicadisimo de todos.
No falta quien crea que nunca ha dado la humanidad
en bien ó en mal un paso, sin que haya al efecto apare
cido un hombre. Sin Moisés, nos dicen, no habria habide
pueblo de Israel; los hijos de Jacob habrian sido siempre
esclavos de los egipcios. Sin los amores de Páris, no se
habria encendido la guerra que terminó con la destruc¬
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Morales y Politicas
Real
europäische Rechtsgeschichte