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DISCURSO 
to del Sr. Allendesalazar de 24 de Diciembre de 1902 
con esto y rodando la cuestión del titulo en el profesor del 
colegio incorporado de aplazamiento en aplazamiento, sin 
que nadie pueda atreverse à dar seguridad de que el ultimo 
concedido haya de ser el firme y definitivo, queda trazade 
con rasgos, en mi humilde opinión, bien caracteristicos, el 
cuadro triste, desconsolador que presenta la ensenanza li¬ 
bre mezclada con la oficial, sometida en lo esencial à su régi¬ 
men y organización, buscando hasta con el sacrificio de sus 
condiciones propias de vida y desenvolvimiento las ventajas 
del grado y del titulo profesional. 
Eso dicen las disposiciones legales; y eso las Cortes y los 
Gobiernos y los Ministros de la Monarquia que las han dic 
tado, respecto de la libertad de ensenanza, en sus fines natu¬ 
rales y propios y en sus relaciones con la Instrucción del Es¬ 
tado, regida, organizada, administrada por el Poder publico. 
Ahora bien; de lo que puedan realizar en este asunto los 
partidos politicos gubernamentales y especialmente las dos 
agrupaciones liberales que, juntas, separadas ó on patriótica 
alianza, en plazo mås ó menos largo, hayan de sustituir à la 
situación conservadora gobernante, sobre lo que legislando 
dentro y fuera de las Cortes han dicho algunas importantes 
personalidades de tales agrupaciones y queda expuesto, bue¬ 
no serâ que, además, consten las declaraciones que, como 
programa 6 con análogo carácter, se han hecho por los jefes 
y representantes autorizados de los mismos partidos. En 
tres documentos del ano 1903 se condensan claramente esas 
declaraciones: el manifiesto programa del partido liberal, el 
discurso del Sr. Montero Rios en el Mensaje y la enmienda 
de los liberales en el Congreso. En el primero se consigna 
que «la libertad de ensenar no es más que una forma de la 
libertad del pensamiento y tan sagrada como la libertad de 
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Real Academia de Ciencias Morales y Politicas 
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