DISCURSO
DEL EXCMO. SR.
D. JOSE DE CARDENAS Y URIARTE
SENORES ACADÉMICOS:
Apenas realizada, adiviné el secreto de mi elección. No de
otra suerte podrian comprenderlà, en su significación verda¬
dera, aquellos que me conocen bien; y yo mismo, lo aseguro
tampoco la habria comprendido. Y por eso, sin duda, al ver¬
me elevado por vosotros hasta la serena y codiciada altura
en que la sabiduria, la prudencia y una perseverante laboi
os han colocado, no he sentido el vértigo de la vanidad, tanto
mayor y mâs frecuente, cuanto menos vale y lo merece me¬
nos aquel en quien recaen favor y honra semejantes.
Ante todo, senores Académicos, permitidme que en este
solemne acto, mi leal franqueza descorra el velo con que
vuestra delicada cortesia quiso cubrir el secreto de mi elec¬
ción. Antes bien que por favorecer una persona, disteis vues¬
tros votos para honrar un nombre. No es verdad que inter¬
preto fielmente vuestro pensamiento? Mas si, por acaso, no
fuese asi, por Dios os pido no me saquéis de tan dulce error
que estimándolo yo feliz acierto, si por la grandeza del mo¬
tivo os enaltece à vosotros, à mi también por eso mismo, y
por ser en quien el favor recae persona tan allegada à mi.
causame noble orgullo y satisfacción purisima; y hasta au-
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschic