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DISCURSO
les, poniendo á cada una de ellas enfrente de la otra por¬
que mejor se conozca su mutua oposición, y porque clara¬
mente se vea en cuál de ellas está el error que da la muerte
à las sociedades humanas, y en cuál la verdad, que ahora,
especialmente en el momento critico en que nos hallamos,
puede salvar la civilización ouropea.
II
Todos vosotros, senores, conocéis muy bien el origen del
panteismo germánico. Kant, en su Critica de la razón pura,
negó à los conceptos de nuestro entendimiento todo valor
real y objetivo, considerándolos como simple producción a
priori de esta potencia espiritual, y negando, por consiguien
te, à nuestra razón la facultad de conocer verdad alguna
transcendental que sobrepuje á la experiencia; lo que nues¬
tros sentidos no pueden conocer, la cosa en si (das Ding an
sich), era á sus ojos una X absolutamente indescifrable? Un
abismo puso el filósofo alemån entre la inteligencia humana
y la realidad, el cual se esforzaron à llenar los tres mayores
filósofos que luego salieron de su escuela: Fichte, Schelling
y Hegel. Todos ellos convienen en establecer un principic
abstractisimo, del cual procedan las cosas todas por via de
evolución, mediante la Ilamada sintesis de los contrarios.
Fichte el primero, desenvolviendo el subjetivismo de su
maestro, redujo toda la realidad al yo; el yo, poniéndose ó
pensándose à si mismo, se opone à las cosas que en aparien¬
cia existen fuera de él, ó al no yo; y el yo y el no yo se jun¬
tan finalmente en el sujeto cognoscitivo, limitándose mu-
tuamente. Esta primera sintesis es el schema segûn el cual
tiene lugar toda evolución ulterior y sucesiva del yo me
diante la tesis, la antitesis y la sintesis. Schelling, por su
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
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