DISCURSO
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Por lo demás, el tránsito de un sentido a otro no se da
sólo en la dirección ya senalada — o sea de un sentido de
realidad a otro de valor — sino que puede también realizar¬
se en forma inversa. Muchos nombres propios — como el de
«Pedro», impuesto por el mismo Cristo al primero de los
Apóstoles — tienen su origen en nombres de valor. De los
comunes simples, como «patriota», significativos de valores
bien notorios, salen compuestos como «com-patriota» que
representan una pura condición de hecho. Del mismo modo,
la palabra «protestante» significó en sus origenes una acti
tud de valoración que hoy no tenemos en cuenta cuando in¬
cluimos a alguien en aquella confesión religiosa; Ilamamos a
un abogado «defensor» por el hecho de asignarle esa fun¬
ción en un proceso, sin advertir la eficacia con que la des¬
ompena; y los trenes que salen a determinadas horas y con
determinadas paradas merecen el nombre de «râpidos», sin
que los viajeros caigan en cuenta del valor incluido en esta
palabra más que por la frecuente ironia de su contraste con
la realidad.
Una de las formas mås curiosas de la evolución semántica
es aquella por la cual, al pasar una misma raiz de una función
gramatical a otra, cambia esencialmente de sentido: asi, poi
ejemplo, del verbo «mover» han salido el substantivo «mue¬
ble» y ol adjetivo «movilizado», tan extranos al primitivo
sentido verbal. Pues bien, estas transformaciones no se dan
sólo entre sentidos de realidad, sino también hacia sentidos
de valor. Veamos algunos ejemplos. Las palabras «nûmero».
vespacio», «duración», son substantivos bien notorios de he
cho, pero sus adjetivos correspondientes «numeroso», «espa
cioso», «duradero» son ya vocablos estimativos de cantidad.
Designamos un hecho cuando decimos de alguien que «ejer
ce autoridad» o que «ha manifestado su voluntad», pero le
calificamos apreciativamente cuando le tildamos de «autori-
tario» o de «voluntarioso». El ssalario» de una persona o el
«precio» de una mercancia son hechos económicos, pero
salimos de ellos al juzgar a un escritor como «asalariado» o
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Real/
rales y Politicas
europäische Re
htsgeschichte