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DISCURSO
mâs recursos que la mendicidad 6 los hospitales (1).
La mujer, por desgracia, ha tomado parte en las ru¬
das labores de los hombres; la necesidad, la miseria no
han permitido que fuese la guardadora casta y vigilante
del hogar, la cabeza y el primer obrero de ese taller el
primero de todos; que su existencia, bajo el punto de vis¬
ta económico, se consagrara á disponer y preparar cuanto
se requiere para que el hombre libre de cuidados domés¬
ticos, se dedique á sus ásperos y perpetuos trabajos. La
mujer separando la grande tapa del anfora esparce et
liquido que contiene, dice Hesiodo (2). Las egipcias se
ocupaban en todas las operaciones de compra y de venta
que se hacian fuera del hogar, si hemos de creer à Hero¬
doto (3). En Egipto los hombres, segun leemos en Sófo¬
cles, permanecen sentados en la casa, ocupados en tejer
el lienzo, mientras que sus companeras se marchan para
procurar la subsistencia de su familia (4). Virgilio refiere
los afanes de la esposa del labrador:
Interea longum cantu solata laborem,
(5).
Arguto conjux percurrit pectine telas
Horacio nos recuerda la provechosa actividad de las
Sabinas y de las Apulienses:
Quod si pudica mulier in partem juvet
Domum, atque dulces liberos,
Sabina cualis, aut perusta solibus
Pernicis uxor Appuli (6).
Por rápida transición llevamos á nuestros oyentes à los
De la legislación primitiva.
Las obras y los dias, pág. 32.
Historia, lib. II, cap. XXXV.
Edipo en Col.
Geórgicas, lib. I, v. 293.
(6) Las Epodas, lib. II, v. 39.
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Mordles y Polticas
europäische Rechtsgeschichte