DISCURSO
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cido el sistema de poner término à la pena en cuanto el
penado pareciese corregido, con hipocresia observasen
una conducta en apariencia inspirada por el arrepenti¬
miento más vivo y profundo.
Nada es más imposible que el conocimiento del alma
de un hombre metido en un cuarto estrecho y obligado
forzosamente á la inacción. El escritor religioso, Fleury,
tratando de la vida de los monjes, menos activa que en
los primeros tiempos de la Iglesia, dice: «Cuando un
monje egipcio, al mismo tiempo que oraba hacia esteras
6 cestas, se veia bien que no perdia el tiempo; pero solo
Dios sabe en qué lo emplea el que por espacio de una
hora ó dos está de rodillas con los brazos cruzados (1).»
Si tales dudas son licitas cuando se trata de religiosos que
rezan, zquién presumirá de saber lo que pasa dentro del
alma de un criminal enjaulado?
Conviene moderar las ilusiones respecto de la rehabi¬
litación de los delincuentes. En nuestro siglo, el afan de
la nivelación aparece por todas partes. Hemos nivelado
al senior y al vasallo ante la ley penal; al prócer y al plé¬
bevo ante la ley politica; al mayorazgo y à sus hermanos
ante la ley civil. Preténdese ahora igualar las condicio¬
nes de los pobres y los ricos en el terreno social, y de los
inocentes y los criminales en el terreno moral. En la li¬
teratura, el romanticismo primero, y el realismo despues,
han intentado nivelar lo deforme con lo hermoso, ha¬
ciendo competir con lo bello ideal lo feo ideal. Juan Val¬
jean, el protagonista de Los Miserables, hijo del genio
de Victor Hugo y de la doctrina de la rehabilitacion del
delinçuente, es hermano, como todos sabéis, por parte
(1) Discursos del abad Fleury sobre la historia eclesiastica,
la poesia de los hebreos, la escritura santa, la predicacion, las li¬
bertades de la Iglesia galicana, y el del abad Goujet sobre la re¬
novacion de los estudios eclesiásticos. Traducidos al castellano
por D. S. S. J. B.
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
uropäische Rechtsgeschichte