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DEL EXCMO. SR. D. LUIS MARICHALAR Y MONREAL
y disminuir su dependencia del Gobierno propiamente dicho.
«Desde el instante mismo en que el Estado y los Municipios
asumen funciones industriales de alguna importancia, se hace
imposible encerrar mecánicamente las empresas nacionaliza
das o municipalizadas en los cuadros tradicionales de las
Administraciones comunales o nacionales fusionadas para
otros fines. Entre el Estado o el Ayuntamiento órgano de
autoridad y el Estado o el Ayuntamiento órgano de gestión
la separación se impone, bien porque se dé a las Administra¬
ciones cierta autonomia, o bien porque, realizando una sopa
ración mâs completa, se creen Sociedades de derecho pübli¬
co que copien de la industria privada sus métodos, salvando
a la vez, de una manera mâs o menos completa, los dere¬
chos colectivos.» (Pág. 95.)
Las Sociedades de derecho pûblico existen ya, siendo
Bélgica la que presenta más rica colección de esas institucio¬
nes, que si bien son emanación del Estado, disfrutan de una
personalidad distinta y propia. El-Crédito Comunal, para fa-
cilitar a los Ayuntamientos los empréstitos que tienen que
contraer con ocasión de los trabajos de utilidad local; la Caja
de Ahorros y de Retiros y la Sociedad de Caminos de Hierro
Vecinales nos dan ejemplo de lo que puede ser la fiel aplica¬
ción del principio de la separación necesaria entre el Gobier
no del Estado y la gestión de las Empresas pûblicas. En Es¬
pana podiamos decir que contamos también con algûn ejem
plo, como es el del Instituto Nacional de Previsión, que dis¬
fruta de una autonomia absoluta y realiza la función püblica
de los retiros obreros sin la menor ingerencia autoritoria y
administrativa del Estado. Las Cortes entendieron que habia
que impulsar la creación de los retiros obreros, estimulando
esta forma de previsión, y al Instituto creado se le dió la ga
rantia de la solvencia del Estado y de su alto patronato; perc
la gestión y el funcionamiento de la entidad son absoluta¬
mente técnicos e independientes de toda función adminis¬
trativa.
Vandervelde recuerda, a propósito de la autonomia de
Max-Planck-Institut für
Real Aca
ias Morales y Politicas
uropäische
htsgeschicht