DEL EXCMO. SR. D. MANUEL DE BURGOS Y MAZO
503
Hace poco mâs de un siglo, una revolución formidable.
que puso el hito de una época en la historia, conmovia al
mundo para hacer triunfar las doctrinas individualistas más
puras, y la Asamblea Nacional Francesa hacia flotar su fa-
mosa bandera de los derechos del hombre proclamando que
todos somos iguales en derecho; que todas las relaciones po¬
liticas deben tener sólo por objeto hacer imprescriptibles los
dérechos naturales; que es necesario abolir todas las institu
ciones contrarias à la libertad incondicional y à la igualdad
absoluta de los derechos.
Un ilustre pensador, encarándose çon Sièyes, alma de
aquella asamblea y quizås el entendimiento más poderosoy
ladino de la gran revolución francesa, criticaba ese absurdo
individualismo y decia: «Toda su sabiduria está contenida en
estos dos principios: que el Estado francés se compone de
unos 25.200.000 átomos de hombres, que 25.200.000 son 125
veces mâs que 200.000 y que, por consiguiente, estos ultimos
no tenian derecho à existir como clase propia. Equivalia este
à aniquilar toda contextura orgánica de la población, toda
diferencia, toda dependencia, toda tradición histórica, todo
derecho garantido por titulo: en otros términos, toda sociedad.
Ya no se contó por provincias, sino por departamentos, cor¬
tados segun una medida fija en el mapa, y no se calculó se¬
gun la importancia de una clase, de un estado, de una ciudad.
de una familia, sino segun el nûmero de los miembros que la
componian. A igual nûmero, igual importancia. Segun esta
sabiduria, una una vale tanto como un ojo y cinco dedos de
pie cinco veces tanto como el corazón. Todos los hombres
son iguales: el carbonero y el general.»
Habia surgido esta corriente como una reacción formida¬
ble contra aquel monstruoso absolutismo que para baldón
de Europa nació al calor del renacimiento del derecho pu
blico romano y tuvo su primer vagido sensible en aquella
famosa Dieta de Roncaglia, que desplegó de nuevo al viento
la bandera de los principios politicos de las Pandectas; pero
contra este movimiento individualista, extremo también, à
Max-Planck-Institut für
Real Academia
cias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte