DEL EXCMO. SR. D. RAFAEL ALTAMIRA Y CREVEA 561 
una escuela cuyos alumnos pagan diferentemente—segun el 
poder económico de los padres—es. desconocer la naturaleza 
humana, que desde bien temprano, en los ninos, establece 
jerarquias segûn la riqueza aparente; y esto va, precisamen¬ 
te en uno de los servicios de carâcter oficial, contra todos 
los principios en que se basa el Estado moderno. 
Las retribuciones pagadas por el Estado ó por los Muni¬ 
cipios no tienen esos inconvenientes, pero son una traba para 
la regularidad administrativa y una fuente de cuestiones mo¬ 
lestas. Puesto que siempre se ha considerado que represen¬ 
taban un suplemento de sueldo, necesario dada la cortedad 
de los que han regido hasta ahora, iqué utilidad tiene pagai 
ese sueldo en dos partes: una, que Ileva su verdadero nom¬ 
bre, y otra, el de retribución? Seria preferible unirlas y acre¬ 
ditar el sueldo completo conforme á ciertas reglas que solu¬ 
cionasen en la prâctica las diferencias existentes, evitasen 
perjuicios à los maestros actuales é hiciesen imposible para 
los venideros ese régimen que pudo tener razón antes y puede 
dejar de tonerla ahora. Los aumentos de sueldo procurarän 
este cambio, aplicando las cantidades que ahora se pagan por 
retribuciones, al robustecimiento del crédito que à la nueva 
plantilla correspondiese. 
Esto nos lleva como por la mano á la consideración del 
segundo punto, que comprende la reforma de los sueldos. No 
cabe dudar que ésta no serâ completa si se limita al aumento 
en el minimo. Es preciso, además, reformar la escala que aho¬ 
ra rige, reduciendo las categorias, con supresión de sueldos 
intermedios—ya se han suprimido algunos en el ano corrien¬ 
te-y haciendo mås rápidos y remuneratorios los ascensos. 
Existen hoy, de hecho, trece categorias: de 500, 625, 825. 1.000. 
1.100, 1.375, 1.650, 2.000, 2.500, 2.750, 3.000, 3.500 y 4.000 (1). 
(1) Por el Real decreto de 25 de Febrero han desaparecido totalmente 
las de 2.275, 2.250, 1.900, 1.625, 1.500, 1.350, 1.250 y 1.075 que antes exis¬ 
tian. De la de 825 quedan ya muy pocos maestros, pues la mayoria ascen- 
dió á 1.100. 
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Real 
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