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DEL ILMO. SR. D. FAUSTINO ÄLVAREZ DEL MANZANO 
sibles de realizar por falta de medios. Un cerebro anémico 
suena ó delira, mas no produce ideas sanas y fecundas; y la 
sangre del Estado es un producto del alimento que una sabia 
organización financiera le proporciona. 
Recordad (porque, aunque sea triste el hacerlo, no es 
malo tenerlo presente à toda hora), recordad, digo, la infaus¬ 
ta situación de Espana después del desastre colonial; traed à 
la memoria aquel singular abatimiento püblico, que mås pa¬ 
recia estólida indiferencia que punzante dolor: aquel desorden 
económico, precursor inmediato de males más próximos y po¬ 
sitivos aun que los pasados: aquel silencio de tumba, sólo in¬ 
terrumpido por el roer de pequenas pasiones; ved levantarse 
de aquellas luctuosas ruinas la personalidad ilustre de Villa¬ 
verde, aplicar todos los esfuerzos de su voluntad y todas las 
energias de su inteligencia al estudio de los remedios, y, po¬ 
niendo al servicio de estas condiciones la fortaleza de su ca¬ 
râcter, que era excopcional y aun excesiva (1), acometer ani¬ 
mosamente la obra de la regenéración económica nacional. 
por él planeada y por él emprendida, mediante aquellos dos 
grandes proyectos de liquidación y de reconstitución. De tales 
presupuestos venimos viviendo; por ellos alienta todavia 
nuestra patria, y aun es harto milagroso que nuestra habitual 
y pecaminosa incuria, con instinto suicida, no se haya encar¬ 
gado de destruirlos. 
Es demasiado grande la personalidad de Villaverde para 
que vo pretenda condensar en estos cortos párrafos sus con¬ 
diciones. Aunque dispusiera de los recursos de un Tâcito, de 
un Salustio ó de un Fernán Pérez de Guzmán, dudo mucho 
que pudiese hacerlo cumplidamente. Pero me sirve de con¬ 
(1) Como lo demostró su conducta (siendo ministro de la Gobernacion) 
çon motivo de los estragos de la epidemia colérica de Granada, el ano 1885. 
Alli fué Villaverde en persona, recorrió por si mismo los lugares mas peli¬ 
grosos, adoptó medidas prudentisimas, y no sé si examinó el estado de la 
administración municipal y presidió sesiones del Ayuntamiento. Lo que 
sé es que jnada se ha hecho para perpetuar el recuerdo de visita tan me¬ 
morable!..... 
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Real Academia de Ciencias Morales y Politicas 
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