DISCURSO
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posee elementos suficientes para seguir llenando su pro¬
gresiva y bienhechora misión. Pero al mismo tiempo réco¬
nozco que para ello tiene necesidad de defenderse. Si se
defiende çon firmeza racional, prudente y enérgica, vencera
en la crisis que surge y que con mayor gravedad se avecina.
Si, por el contrario, acude à paliativos en vez de soluciones,
à tejido de artificios en vez de cimentada resistencia, es
indudable que perecerá sin provecho y sin gloria.
La fórmula vaga de «Cûmplase la voluntad nacional» no
sólo debe rechazarse en buenos principios de derecho poli¬
tico, sino que hay que considerarla como una perturbacion
que imposibilitaria toda acción directiva y convertiria el
ejercicio del Poder en una función supeditada à estériles y
ruinosos extravios. En los albores del régimen constitucio¬
nal se aceptó como principio axiomático el que la soberania
nacional residia esencialmente en la Nación y que de ella
emanaban todos los demás Poderes. Y como à ese principio
de soberania, para darle realidad, habia que fundarlo en el
sufragio directo de los ciudadanos que estuviesen en pose¬
sión de los derechos politicos y civiles, la consecuencia natu¬
ral era la de que cada ciudadano un voto, y el total de ésos
votos constituia la unica fuente, la exclusiva raiz del Poder,
borrando por este medio no sólo la tradición, elemento in¬
dispensable en la vida de los pueblos, sino todas aquellas
otras representaciones del Estado en el orden de los intére¬
ses morales, materiales y jerárquicos, principio, en mi en¬
tender, erróneo, porque de aceptarlo con todas sus conse¬
cuencias se llegaria al pleno imperio de la revolución, no
alcanzada ni realizada en el choque de fuerzas contrapues¬
tas que limita en muchas ocasiones sus efectos, sino en la in¬
cruenta operación de la urna electoral, en donde por ley fa¬
tal el nûmero de los que nada representan ó representan
menos en orden á intereses y cultura sobrepujaria à todos
aquellos otros que no por si, sino por el enlace de los gran¬
des intereses sociales, fueron, han sido y serán los capacita¬
dos para las funciones directoras.
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eal A
as Morales
europäische Rechtsgeschichte