DEL EXCMO. SR. D. PIO GULLÖN É IGLESIAS
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Pueblos dichosos existen, como todos sabéis, que, si no
consiguieron afianzar para siempre la perfección del sistema
parlamentario, lograron para él periodos envidiables de glo¬
rioso florecimiento, y tras de no pequenos ni precipitados
trabajos suprimieron totalmente ó disminuyeron de modo
considerable la granjeria de los votos, allá cabalmente más
arraigada y descarada que en parte alguna. Y asi como esos
pueblos, al desterrar abusos tan perniciosos é inveterados,
demostraron que no son éstos inherentes al régimen; asi
como otras distintas naciones de Europa, por la voluntad de
sus ciudadanos, la educación de sus partidos, consiguieron
apartar completamente de la elección la acción de los Minis¬
terios, y citan ahora sólo para condenarlas irónicamente,
como ültima expresión de los antiguos desmanes, las fórmu¬
las corrientes y casi proverbiales en más infortunados paî-
ses (1), asi también estos ültimos llegarán á evitar ó contener
la venalidad del elector y la culpable ingerencia de los Go¬
biernos si las condiciones naturales de sus habitantes y los
progresos politicos que realicen les prestan al cabo todala ap¬
titud necesaria para el completo establecimiento del régimen.
Diversa importancia, mayor complejidad y, sobre todo, más
intimo enlace con aquel régimen, ofrecen para el observador
otras causas de quebranto y descrédito comprendidas en el
ültimo periodo de la subdivisión à que antes me referi, y que
nacen de las organizaciones, Juntas permanentes ó agrupa¬
ciones previas formadas cabalmente para trabajos electora¬
les, unas veces con aspectos ó propósitos de interés y defen¬
sa local, otras con fines puramente politicos.
Brotaron con otro carácter estas fuerzas del mismo des-
arrollo del régimen parlamentario: fueron naturales deriva¬
ciones de la vida politica por él engendrada, y, en mi sentir,
acabaron por extraviarla y debilitarla en la región en que
(1) El mismo Benoist, después de recordar á este propósito los wire¬
pullers de los Estados Unidos, reproduce en castellano las palabras
«volcar el puchero».
Max-Planck-Institut fü
Real Academia de Ciencias Morales y Politica
europäische Rechtsgeschicht