DEL ILMO. SR. D. GUMERSINDO DE AZCÄRATE
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tema para el discurso de este dia. Por mi parte, eso
mismo creo, y anado que lo que por hacer queda
en ese orden, urge que se haga, precisamente porque
la estabilidad y la energia de la constitución politica
es en las sociedades modernas la primera de las condi¬
ciones para que se vaya dando á aquellos otros proble¬
mas solución conveniente.
De las dos partes que tiene el discurso, una historica
y otra doctrinal, dado que preciso es escoger, pues si
me ocupara en ambas excederia este trabajo de los
limites acostumbrados, prefiero decir algo sobre la se-
gunda, ya que por su misma naturaleza se presta mejor
à la concisión y á la brevedad, tanto más en este caso,
cuanto que encuentro resumido y expresado lo que
constituye la entrana del discurso en las páginas en
que expone el Sr. Sanz y Escartin los aspectos mas
importantes de la evolución de la autoridad politica
verificada en nuestros dias y las principales consecuen¬
cias para el Estado moderno. Asi, comienza por sena¬
lar como la primera de éstas la subordinación, recono-
cida expresa ó tácitamente, de los órganos del Estado
al fin esencial del mismo, lo cual vale tanto como decir,
à mi parecer, que en vez de constituirse en tales orga¬
nos elementos extranos ó parciales que, al afirmarse en
la relación como sujetos, convierten en objeto à la so¬
ciedad, han de determinarse en el seno de ésta, y no
para servirse à si propios, sino para servir à aquélla.
En lo que no puedo conformarme con el disertante, es¬
en que el concepto de la soberania no tiene ya el valor
que antes se le atribuyera, ni en que importe poco que
la estructura constitucional tenga esta ó la otra forma,
que los ciudadanos participen expresamente en la fun-
ción politica ó carezcan de representación directa. No
creo lo primero, porque á la vista está, de un lado, que
ese concepto de la soberanta discûtenlo los tratadistas
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte