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DISCURSO
sado siglo, en villas y lugares al amparo de la propiedad
vinculada y amortizada ó del monopolio y reglamenta¬
ción de la pequena industria, sin gozar de la plenitud
de los derechos del ciudadano, formando como parte de
la familia del senor de la tierra ó del maestro del taller,
los cuales, si les hacian sentir la dependencia impuesta
por los privilegios senoriales ó las ordenanzas del gre¬
mio, dábanles ocupación continua, transmisible à sus
hijos, y eran apoyo seguro en sus desgracias. La cari¬
dad de los conventos y de innumerables fundaciones
piadosas, socorria en diversas formas à los que vivian
fuera de este engranaje social, por más que no fuese
suficiente para curar la llaga del pauperismo, mas di-
latada y vivamente sentida que en nuestros dias.
Pero tal organización se destruye al advenimiento
del siglo XIX, mediante la acción combinada del pro¬
greso y de la libertad, esos dos poderosos factores de la
sociedad moderna.
Los prodigiosos descubrimientos de las ciencias fisi-
cas y naturales crearon la grande industria, aumen-
tando considerablemente la producción, á la vez que
facilitaban las comunicaciones entre los pueblos, per-
mitiendo al comercio poner al alcance del consumidor
la abundancia natural de remotos paises ó la obtenida
por los nuevos procedimientos industriales. Las refor¬
mas legislativas hubieron de responder á estos adelan¬
tos de la industria y del comercio, proclamando la li-
bertad del trabajo y del cambio, y rompiendo los lazos
con que la oprimian tasas, posturas, abastos, gremios,
manos muertas, vinculos y mayorazgos. Y de la con-
junción de la libertad y del progreso surgió la libre
concurrencia, base y fundamento del actual régimen
económico.
De tales factores ha nacido también la moderna
clase trabajadora, porque al propio tiempo que de esta
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte