Max-Planck-Institut für
opäische Rechtsgeschichte
DISCURSO
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de triunfar el colectivismo! Encasillado en el oficio que
se le hubiera impuesto, condenado perpetuamente à
no ser propietario de sus instrumentos de trabajo por
pertenecer al Estado, retribuido en proporción à la
demanda y con deducción de gastos semejantes à los
de las actuales empresas, sometido en la dirección y
aprecio de su labor á los funcionarios de la colectivi-
dad, sin poder elegir entre varios patronos, viendo
renacer la desigualdad de fortunas consiguiente al di-
verso modo de trabajar y de consumir, jcuántas veces
se consideraria defraudado en las esperanzas que le
hicieran concebir los que le arrastraron á la revolución
social!
Ciertamente que dentro de la organización actual de
la sociedad hay vicios y defectos que à veces desmien¬
ten “el idilio de los economistas sobre el capital,, segün
la frase de Karl Marx, como también suele estar des-
mentido “el idilio del trabajador inteligente, laborioso
y probo,,, pero no hay que atribuir à la esencia del sis-
tema las imperfecciones puramente individuales ó his¬
tóricas. De estas imperfecciones me haré cargo al exa¬
minar ahora el hecho del movimiento obrero.
1 Por eso importa generalizar la lectura de los libros que demuestren
la imposibilidad práctica del colectivismo, ya en forma cientifica (como
Le Collectivisme, de Leroy-Beaulieu, y Le Socialisme moderne, de Block), ya
en estilo humoristico (como Sozial demokratisch Zukunftbilder, de Richter,
y El Problema social, de Fabra.)
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
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