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DISCURSO
mas, discursos y manifiestos; por lo cual es preciso acu¬
dir à los hombres teóricos que lo han desenvuelto, por
si con el tiempo sus ideas hallasen eco entre las clases
trabajadoras, y para conjeturar sobre la posibilidad
prâctica de ese colectivismo y compararlo con la pre-
sente organización.
Puede ser el colectivismo de tres clases: agrario.
industrial 6 integral, segun que se reduzca, como estos
nombres indican, á la agricultura, á la industria, ó
comprenda todos los ramos de la producción. Preva¬
lece en teoria la corriente del colectivismo agrario, del
cual no pasó la Internacional; pero el movimiento
obrero de hoy, concediendo más importancia al indus-
trial, por derivar sus fuerzas de fábricas y talleres.
aspira al integral.
Parte el colectivismo agrario del principio de que la
tierra debe ser comûn, porque la Naturaleza es para
la Humanidad, y Dios, anaden los creyentes, la dió á
todos los hombres; sin advertir que esa relación abs-
tracta se individualiza entre un objeto natural y un sér
humano mediante el trabajo personal, y que, como
dice Su Santidad León XIII, al conceder Dios la tierra à
la especie, no dijo que los individuos la poseyesen indis-
tintamente, sino que dejó à la industria y à la ley la
déterminación de lo que cada cual en particular habia
de poseer, no siendo necesario que todos sean agricul¬
tores, pues todos se aprovechan de los frutos del campo
por acción directa ó mediante el cambio.
Y sin embargo de partir los colectivistas de este
principio, que lógicamente conduciria à una comuni-
dad universal, personalizan la relación, otorgando la
propiedad de la tierra: los unos á la familia, los otros
al Municipio, y los más á la Nación, sin reparar las
desigualdades que resultarian de un reparto semejante
por la diversa fertilidad de los terrenos.
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte