Max-Planck-Institut für
europäische Rechtsgeschichte
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DISCURSO
gobernantes, asi con los simples ciudadanos como con
sus colegas, procurando cuidadosamente evitar toda
injusticia respecto à los que están excluidos de los em¬
pleos, y contando siempre con los jefes contrarios para
la dirección de los negocios. Se guardan asi de herir
las susceptibilidades relativas á la consideración social
de los ciudadanos y de lastimar à las masas en sus in¬
tereses materiales. A la par dé esto conservan en las
relaciones que mantienen entre si y con todos los que
toman parte en la administración formas completa¬
mente democrâticas, porque entre iguales éste princi-
pio de igualdad, que los demócratas creen encontrar
en la soberania del mayor nûmero, es no sólo justo.
sino también ûtil.„ En los comienzos de nuestro régi-
men parlamentario las parcialidades dominadoras no
guardaron en sus relaciones estos respetos reciprocos,
se negaban entonces el agua y el fuego, el rencor y la
sana inspiraban sus obras. Hoy parecen tener tan
aprendido de la experiencia á evitar las grandes injus¬
ticias contra los partidos vencidos, que rara vez para
la dirección de los negocios dejan de contar con los
jefes alejados del poder, y desde las alturas del go¬
bierno los partidos politicos atienden mucho más las
voces de sus contrarios que desde los escanos de la
oposición parlamentaria. Ha venido å ser principal
secreto de su politica el tener particularmente satis-
fechos à los que pudieron alzar veces hostiles. Pero si
dentro de aquel recinto las parcialidades vinieron al
fin à mantener sus relaciones en estos términos de re¬
lativa moderación y consideración reciproca, en cam¬
bio, à esto mismo sacrifican con exceso el bien püblico.
lastimando à las masas en sus intereses materiales.
Con harta frecuencia, en efecto, usaron de su inmenso
poder más para desorganización que para beneficio del
Estado. Pretendian ser amparo y garantia de los pe-
sy Politicas