DEL EXCMO. SR. D. SERVANDO RUIZ GÖMEZ,
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Felipe V á sentarse en el trono de los Reyes Católicos,
en la Peninsula echó de menos las artes mecánicas ó
liberales, y por eso hizo traer operarios de Francia.
También al retirarse de Espana el ejército invasor en
1814, quedaron entre nosotros muchos artifices é indus-
triales franceses, italianos y alemanes que con su ejem¬
plo pusieron los cimientos de nuestra regeneración
fabril y mercantil.
No lo neguemos, sin embargo: Ilenos están los Cole¬
gios y Academias, las Universidades é Institutos de ju
ventud que prefiere las armas y las oficinas à los escri
torios, à los mostradores, á las fábricas y á los talleres.
Son muy raros los que distinguiéndose como artifices.
educan á sus hijos en el mismo oficio en que alcanza¬
ron honra y provecho, antes bien suelen dedicarles à
profesiones de lujo y de rango, acaso porque todavia
quedan resabios de aquellos tiempos en que los espa¬
noles “ tenian en la cabeza ciertos humos de hidalgos.,
Y las corrientes democráticas, lejos de apagar ó dismi¬
nuir esas inclinaciones y esos ardores, por inexplicable
fenómeno, los excitan y encienden, y de esta suerte
empléanse en destinos pûblicos brazos antes dedica¬
dos à oficios liberales.
Esta marcada y senaladisima tendencia de nuestras
aficiones ha pasado desapercibida para Jovellanos, y
sin duda por eso no la incluyó entre los entorpecimien¬
tos morales ó derivados de la opinión y se limitó al
análisis de los que provienen del Gobierno y de parte
de los agentes de la agricultura y á indicar medios de
remover los unos y los otros, instruyendo à los propie
tarios, y à los labradores y formando cartillas rûsticas.
Todo es conveniente; pero el pequeno cultivador à
quien tanto aprovecharia esa cartilla, prefiere un titulo
de licenciado en Derecho, en Medicina ó en Farmacia
una charretera ó una credencial. Creo, por lo demås,
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
juropäische Rechtsgeschichte