DISCURSO
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imponer fuertes multas si abandonan à la empresa.
Quedaron, de consiguiente, reducidos á la condición de
simples jornaleros ù operarios à destajo, por ser impo¬
sible que siguieran trabajando de su cuenta, dados los
extraordinarios privilegios de las companias. Aunque
éstas hicieran alarde del nombre de fábricàs, no esta¬
blecieron ninguna en que la serie de operaciones se
hallara distribuida, como en Talavera de la Reina.
entre numerosas oficinas, sino que dejaron à cada
maestro manipular el articulo casi segün la inveterada
costumbre, desde el comienzo á la conclusión en su
obrador particular, corriendo la compania las even¬
tualidades de adquirir las materias brutas y de enaje¬
narlas una vez elaboradas. De igual manera procedian
otras sociedades y hombres de negocios, que iban
logrando el monopolio de ciertas industrias en varios
puntos. La irritación que semejantes novedades des
pertaba en los practicantes de los oficios, se conoce poi
las ordenanzas que formaron los maestros y oficiales
de loza fina de Talavera para "su fraternal y perpetua
unión , contra los duenos de los alfares, de quienes
dice el capitulo primero " que no son más que unos
meros comerciantes en este trato, sin inteligencia de la
pintura ni de las maniobras de la rueda „, atentos sólc
à su particular interés y à lucrarse con el producto de
las obras2. Notad en qué términos se entabla aqui la
lucha del trabajo y del capital.
Y comenzaron también los abusos de la especula¬
ción y del agio. La historia de varias companias em¬
pieza con algunos primeros repartos de ganancias
ficticias, y con pingües sueldos y gratificaciones; para
seguir con embarques de géneros sin venta, talleres
1 Real cédula citada, pág. 68.
2 Ordenanzas de 1571. (Memorias de Larruga, tomo x, pág. 33.)
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Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte