DISCURSO
EXCMO. SR. D. FRANCISCO ROMERO Y ROBLEDO
SENORES ACADÉMICOS:
Perdonadme si no he mostrado el apresuramiento
que exigia mi gratitud para venir á tomar posesión del
cargo que me conferisteis. El tiempo transcurrido
desde que fui, en parte, dueno de traspasar esos um¬
brales hasta el dia de hoy, lo fué de dudas y de tribu¬
laciones para mi espiritu, justamente desconfiado de
corresponder à la distinción que os hube merecido. No
por figura retórica encaminada à ganar vuestra bene
volencia, sino por obedecer á mis verdaderos senti¬
mientos, os he de confesar que la generosa autoriza-
ción para obtener asiento á vuestro lado, fortaleció, en
vez de debilitar, el respeto que me merecéis, y agrandó
en mi conciencia la distancia que de vosotros me sepa
raba, sintiendo como impulsos de abandonar, por in
merecida, la honra alcanzada. Mas como esta decisión
pudiera atribuirse á móviles diametralmente opuestos
à los que pesaban sobre mi alma, he vencido aquellos
naturales temores, acrecentados con el recuerdo del
hombre ilustre cuyo sillón voy á ocupar, y aqui vengo
porque asi lo habéis querido, si desprovistó de mere¬
cimientos, al menos Ileno de firme y agradecida vo¬
luntad, y siempre confiado en vuestra indulgencia, à
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
uropäische Rechtsgeschichte