DEL SR. D. JOSÉ LORENZO FIGUEROA.
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no, para no contrariarlas y aun para favorecer su accion
en la pequenez de sus fuerzas.
Cuando en el desvanecimiento de su orgullo, ó en la
ignorancia de su naturaleza y de sus leyes, se separa de
la regla que debe dirigir su vida, su accion, y sus des¬
tinos, no produce más que quimeras y absurdos en el ór-
den de las ideas y no engendra más que monstruos, en
el órden de las realidades.
Los socialistas que pretenden llevar á la sociedad una
paz inalterable, un bienestar sin limites, y una perfec¬
cion absoluta, corren tras una ilusion, tras una quimera
que sólo puede traer en pos de si, el desenganno de gran¬
des infortunios.
El deseo de la mejora y de la perfeccion es natural, sin
embargo, en el hombre. Este se halla constantemente
herido con el espectáculo de la imperfeccion de todo lo
que le rodea, de todo lo que siente, de todo lo que ama.
y de todo lo que concibe. Examinando su entendimiento,
observa el error mezclado con la verdad, la confusion,
las vacilaciones, la duda y todos los tormentos intelec¬
tuales del espiritu. Observando su alma, ve una mezcla
confusa de buenos y malos afectos, de tiernos y de fero¬
ces instintos, de pasiones bajas y sublimes. Si examina
los hechos exteriores del mundo fisico, observa la misma
imperfeccion y ve en medio del órden, de la regularidad,
del concierto, y de la armonia majestuosa del universo.
dolorosas irregularidades, grandes y terribles cataclis-
mos que le conmueven y trastornan. Si lleva su ánimo
al estudio de la humanidad, la ve afligida por el dolor,
las enfermedades y la muerte; y si al mundo moral, con¬
templa en el revuelto torbellino de la historia los crime¬
nes y las virtudes, la grandeza y la pequenez, la verdad
y el error, el bien y el mal, siempre mezclados en el con¬
fuso océano de los sucesos. Si dirige su vista à la socie¬
dad, ve por do quiera el error, la maldad, la injusticia
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Max-Planck-Institut für
prales y Politicas
päische Rechtsgeschichte