DISCURSO
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cristianos, lo fué ántes entre los pueblos cultos del paga¬
nismo.
El asunto de las invenciones y descubrimientos, argu¬
mento el más empinado en favor de las ventajas presen¬
tes, tiene muchos algos que analizar. Objetos y productos
recibimos de naciones, que pasan por atrasadas, que no
pueden hacer las más avanzadas; que ni siquiera sabenios
cómo se ejecutan. Cuán limitados son nuestros conoci-
mientos sobre los ustorios del geómetra de Siracusa, las
pinturas al fresco y los embalsamamientos egipcios, y el
mortifero curare de los indios! En medio de nuestros ade¬
lantos en mecánica, ignoramos cómo se condujeron aque¬
Ilas enormisimas moles de piedra, que existen en los tem¬
plos y sepulcros de Egipto: no podemos hacerlo. Levan¬
taron los rodios un coloso de metal de casi 33 metros de
altura y à nosotros nos cuesta ensayos repetidos el fundir
una campana de mil ó dos mil arrobas.
Son bastantes las obras artisticas, herramientas, ma-
quinas y procedimientos, que se dan à luz como nuevos.
que fueron anteriormente conocidos, en esa û otra forma.
A pesar del descuido que se tuvo en anotar los sucesos y
de las pérdidas repetidas de archivos, testimonios y do¬
cumentos de la antigüedad, aun quedan vestigios de la
existencia ó conocimiento de algunos mecanismos, que
se han querido vender despues por absolutamente origi-
nales.
Sin embargo, en lo que no es dable poner térmnino à los
conocimientos humanos, à los descubrimientos sucesivos,
es en aquellos ramos cientificos y artisticos, que depen¬
den de un concurso particular de circunstancias felices.
de combinaciones especiales, de elementos favorables. En
este caso se encuentran las artes y ciencias positivas, en
que la continuada observacion, la repeticion de experi-
mentos y hasta una casualidad afortunada Ilegan å pro-
ducir resultados pasmosos y casi inconcebibles. La geo¬
Max-Planck-Institut für
rales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte