CONTESTACION
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ves de su inteligencia y de su voluntad, en los intimos
sentimientos de su corazon. El gérmen de la libertad.
cuando es fecundo, y ofrece esperanza de frutos seguros
va de abajo arriba y de adentro para fuera; muy efime¬
ras y enganosas son las libertades, que parten de las
constituciones escritas y descienden de la region politica,
como impuestas á la sociedad; tampoco son fecundas ni
duraderas las que tienen su origen en la potestad legis-
lativa; y aspiran imperiosas y formuladas, å penetrar de
afuera adentro y de arriba hácia abajo en el espiritu de
los pueblos. El hombre no es un sér pura y exclusiva¬
mente racional, regido en todo por el textò de la ley es¬
crita. En la voluntad humana no reside la soberania le-
ritima. Y las sociedades no son una institucion consen¬
sual pactada a priori y dependiente del libre albedrio del
hombre; pues la sociedad ni ha sido, ni es, ni será un
contrato, ni una voluntad, ni una institucion volunta-
ria, sino una ley universal, una condicion necesaria, un
hecho natural espontáneo, anterior, independiente de
toda ley y de toda convencion.
Desde la altura, y con la imparcialidad de la ciencia,
muy oportuno es hoy fijar la atencion en los peligros que
amenazan, cada dia mås eminentes, asi å la autoridad
como à los derechos de los pueblos modernos. Nuestra so¬
ciedad, tan distraida, tan olvidadiza, tan indiferente, tan
apartada de las vias católicas, está cada dia más expues¬
ta à caer, por las aberraciones de la falsa ciencia, en un
abominable y duro despotismo, desconocido en la histo-
ria. Quizas un hombre solo, invocando el nombre del
Estado ó de la patria, y aprovechándose del formidable
mecanismo que comprime el ejercicio de las libertades
civiles, puede bastar en dias terribles para erigir su vo¬
luntad en ley, comprimiendo con mano de hierro la li-
bertad legitima de los pueblos.
Sólo la doctrina católica por su verdad sobrenatural,
Max-Planck-Institut für
lorales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte