Full text: Eijo Garay, Leopoldo: ¬La persona juridica

selva, y la exuberancia de corporaciones quedó reducida en el terreno 
juridico a una sola: el Estado. Pero pronto se percató el hombre de 
que la mayor mutilación de su libertad era la de no respetar su voluntad 
de asociarse, que brota de imperiosa necesidad e incoercible tendencia 
natural. La tala surtió efectos de poda; las asociaciones se multiplicaron 
a pesar del rigor de las leyes, y de los preceptos juridicos contrarios; 
y por reacción fácil de explicar, la mente de los juristas se consagro, 
çon atención mas intensa que nunca, al estudio de las colectividades 
humanas. Al principio, los prejuicios de la filosofia juridica de la revo¬ 
lución francesa, apoyada en el terreno técnico por las clasicas ideas 
cesaristas del Derecho Romano, trazaron un derrotero que podriamos 
designar con esta frase: defensa de la libertad contra las asociaciones, 
pero sin tardanza se dibujó una ruta contraria y de reaccion contra el 
dios-Estado, más ahogador de la libertad porque es inapelable ; ruta que 
se puede cifrar en esta otra expresión: la libertad humana defendida 
por medio de las asociaciones corporativas. 
Transportadas por lógica y fatal necesidad, del terreno politico al 
económico social las luchas caracteristicas de la crisis de transforma¬ 
ción que la humanidad sufre en nuestra época, no se han borrado, sino 
todo lo contrario, esos dos cauces; ya en el campo antimarxista casi se 
extingue la voz del liberalismo económico y sólo a la reorganizacion 
social corporativa se confia el remedio; y hasta bajo las mismas ban¬ 
deras de Marx pululan, más o menos ortodoxas, las huestes sindicalistas, 
que en ultimo término, cifrando toda esperanza en la organizacion por 
corporaciones, llegan a la negación del Estado; no de todo concepto de 
Estado, naturalmente, sino de su actual organización, contra la cual se 
levantan en declarada y sangrienta anarquia. 
Qué extrano es, pues, que el estudio de las entidades corporativas 
sea de interés capital, como corresponde a la urgente necesidad de pre¬ 
parar en el laboratorio de la ciencia las orientaciones que encaucen debi¬ 
damente los movimientos de la humanidad, de suerte que ni, por falta 
de previsora y razonada reflexión, sean alocados frutos de la pasión, y 
la Sociedad fluctûe, de reacción en reacción, sin la estabilidad necesaria 
ni tampoco, por falta de atención y respeto a la espontaneidad de lo na¬ 
tural, sean las normas juridicas efimero artificio, postizo adorno, en vez 
de ser principio informador y director eficaz de la vida de los hombres? 
Tanto al hombre politico como al cultivador de los problemas juri¬ 
dicos competen estos estudios; uno y otro intervienen poderosamente 
en el progreso social, con influjos diversos que mutuamente se comple¬ 
tan. El jurista labora en el terreno de las ideas; el politico discurre 
Max-Planck-Institut für 
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas 
europäische Rechtsgeschichte
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.

powered by Goobi viewer