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se pueden lograr la dignidad humana y la armonia social. La reorgani¬
zacion corporativa de la sociedad: he ahi el justo y razonable medio
entre los excesos extremistas del individualismo y del socialismo.
Otro ilustre miembro de esta Casa, meritisimo sociólogo teórico y
practico, y fecundisimo escritor, el Sr. Vizconde de Eza, en una confe¬
rencia pronunciada en mayo de 1934 en Sevilla, decia: "Hoy, por con¬
siguiente—por algo la humanidad no hace sino ir de un lado a otro,
repitiendose a través de las épocas ciclicas de su vida—, se quiere in¬
currir en la exageracion medieval de ir a la corporación como estructura
nueva del Estado. Y vamos a empezar por analizar, muy somera y râ¬
pidamente, los ensayos que ya vienen haciéndose de un régimen cor-
porativo" (6).
No es en ese sentido, esencialmente politico y de forma de gobierno
nacional, que constituye una de las modas del dia, en el que hablo aqui
de reorganización corporativa; no es la reorganización del Estado la que
me preocupa ahora, sino la de la sociedad; aunque sean conceptos entra¬
nablemente ligados, son bien distintos; mi punto de mira hoy es el que
el mismo Sr. Vizconde, en esa misma conferencia, expresó con estas
palabras:
Si es cierto, y yo asi lo proclamo, que la libertad es indis¬
pensable para el despliegue de las actividades del hombre, éste, por si
mismo, no se halla dotado de todos los elementos de acción indispen¬
sables, y que sólo puede completar su personalidad mediante la asocia¬
cion, o sea, uniéndose para todos los fines de la vida, bien parcial, bien
total, con sus congéneres de profesión y nacionalidad o de destino y de
finalidad en la vida.'
Aquella otra reorganizacion corporativa del Estado, yo la juzgaria
la mas perfectamente acomodada a los presentes tiempos si tuviera por
base la organizacion corporativa, libre, espontánea, sincera, que es la
que yo propugno. Faltando ésta, como en realidad falta, o la del Estado
carecerà de base, y durara lo que tarden en derrumbarla las aguas y los
vientos, segun la frase evangélica; o tendrá el mismo Estado que crear
la base, y es de temer que en tal caso no sea lo libre y real que debe
ser. Hoy por hoy no creo que pueda aceptarse sin reservas el patriôtico
intento de los implantadores de ese sistema politico; estas mismas re¬
servas expresa la enciclica QUADRAGESIMO ANNO al decir:
Para no omitir nada en argumento de tanta importancia, y en
armonia con los principios generales antes expuestos y con lo que luego
(6) VIZCONDE DE EZA; La corporacion como estructura nueva del Estado,
Madrid, 1934.
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte