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nueva y original relativamente. Las cosas son como son y cuando se
describen y explican como son, nada se inventa, nada se crea, se réco¬
noce sencillamente lo que ya es y está dado; mas viendo lo que otros
no vieron o explicándolo mejor que otros hay alguna razón de descu¬
brimiento y obra personal original; es la forma de describirlas y ex¬
plicarlas cuando se hace con claridad, precisión y justeza donde cabe
alguna originalidad, que no lo será re ipsa ciertamente, pero si à lo
menos quoad nos.
Y es en este punto donde es justo llamar la atención sobre la soli¬
dez y clarividencia del discurso que esta tarde tanto nos ha ensenado.
Mereceria un amplio examen; mas para no ser demasiado extenso—y ya
he molestado bastante vuestra atención—he de limitarme a lo mas ésen¬
cial y saliente.
Comienza el recipiendario por establecer que “la verdad hay que
buscarla en las realidades naturales y éstas nos ensenian que el hombre
hace la sociedad"... "Esta se compone de hombres y ningûn ente da
el ser a los primeros elementos de que ha de componerse, pues no puéde
obrar antes de existir"; pero “tampoco la sociedad es obra artificial,
arbitraria, caprichosa del hombre, sino obra espontánea realizada por
necesidad natural"
He ahi los dos sillares punto de partida de la indagación; los dos
elementos cuya realidad se impone y hay que afirmar para evitar los
escollos a que antes hemos aludido y en que se han estrellado la mayor
parte de las doctrinas desenvueltas sobre la personalidad moral y juri¬
dica de los entes colectivos. Unidos corren y han corrido en todo el
curso de la historia, pero sacrificados sucesiva y respectivamente el uno
por el otro, segûn los tiempos y las circunstancias; menester es que
llegue el dia en que se armonicen y concilien para el bien comùn de
los hombres todos, peregrinos en la Tierra para una vida mas alta y
perfecta.
Prosiguiendo en la indagación, el sabio Prelado alude al concepto
del derecho humano, recordando la admirable construcción nunca jamàs
superada de los tres órdenes de la creación: el universal, regido por
la Ley eterna, el moral por la Ley natural, y el social por la positiva.
"Universo creado del cual formamos parte; orden universal que en¬
cierra en si al orden humano; Ley eterna que guia y conduce los seres
hacia su fin bajo el gobierno de la Providencia del Creador, impresa en
cada ser a la manera de la naturaleza del ser y por lo tanto racional¬
mente en el hombre en el que se llama ley natural, que dicta a la con¬
ciencia humana las supremas normas de lo bueno y de lo malo; normas
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte